No sé cómo ocurrió, ni cómo dejé que ocurriera 2
Fecha: 08/10/2017,
Categorías:
Anal
Autor: palotess, Fuente: CuentoRelatos
... su fuerza lamía mis pezones, primero uno y después el otro mientras yo sollozaba y le pedía por favor que me dejara ya.
Él, cuanto más le suplicaba más se excitaba, hasta que noté como abría mis piernas con las suyas y colocándose en medio de mi sentía como apoyaba su polla en los labios de mi coño y con un golpe de cadera y sin miramientos, metió su polla hasta los huevos dentro de mi coño.
Diosss!! me agarré a sus hombros para sujetarlo. ¡Entró como si mi chocho fuera de mantequilla! y se quedó ahí empalándome, sin moverse, mientras noté como me faltaba el aire, como boqueaba de gusto al sentir ese pedazo de carne dentro de mí y de una sola vez.
―Qué gusto da follarte Laura! ¿quieres que siga?
Permanecí callada mientras intentaba sacarlo de dentro. Cada vez que me movía, una oleada de placer subía por mi vientre, seguía intentándolo. ¡El cabrón no se movía! intenté moverme yo y sentí cómo mi coño empezaba a estrujar su polla, como se había rendido a semejante arma. Mi cabeza quería parar, mi coño quería seguir….
― ¿Dime? ¿Sigo?
Iba a contestarle y cuando abrí la boca metió su lengua dentro y me besó como si le fuera la vida en ello. Intenté resistirme, pero cuando me di cuenta me encontré respondiendo a su beso, metiendo mi lengua dentro de su boca también mientras intentaba follármelo moviendo mis caderas, empujando hacia él. Empezaba a desesperarme de ver que no se movía. Quería acabar cuanto antes, en parte porque lo estaba deseando y en parte por el ...
... peligro que suponía la situación.
―Sigue cabrón! ¡acaba cuanto antes!
―No así no! ¡pídemelo como se piden las cosas!
―Por favor!
―Por favor qué! ¡sigue moviéndote!
―No! ¡así no!
―Sigue follándome! ¡vamos, no te pares ahora!
Se salió de mi dejando su glande en mi entrada y empujó de golpe de nuevo volviendo a entrar dentro mí. Ahhhh!!! ahora empezó a bombear cada vez más fuerte, notaba sus huevos chocar con mi culo con cada embestida…siii…sigueee….ayyyyy ….notaba su juventud en cada empujón. Abrí mis piernas y las cerré sobre sus caderas. Agarraba mis tetas como si se le fueran a escapar, notaba mi coño apretar cada vez más fuerte. Lo oía bufar como un toro empujando, mi chocho ordeñando su polla. Que bien me follaba el cabrón, mandando, manejando la situación, sentía mis tetas como se movían con cada empujón una y otra vez. Empezaba a notar cómo se nublaba mi vista, como llegaba a mí, esa sensación de bienestar, de palpitación en mi sexo….
―Te voy a follar cuando y donde quiera, ¿me entiendes?
―Vas a estar deseando que te la meta, que te trate como a una zorra. Te gusta, ¿verdad putita??
―Siiii…me encanta, sigue, no te pares! quería meterlo dentro de mí, dentro de mi coño. Sentía la punta de su polla chocar contra el cuello de mi útero, era una sensación nueva, distinta a cualquiera que había sentido hasta ahora y de golpe noté como llegaba el temblor, el éxtasis, los calambres. Empecé a gemir en voz alta, ya no me importaba en ese momento, quería ...