Visitas a mi vecino (Chencho)
Fecha: 01/08/2020,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: dont343, Fuente: CuentoRelatos
... verja pintada de blanco, daba entrada a un suntuoso chalet.
Una vez dentro, Samuel le llevó a uno de los salones; y abrió un pequeño cajón de uno de los muebles para coger una botellita de plástico, con la que podría vaciarse por completo. Y le indico donde estaba el cuarto de baño.
- ¡Por favor!, lávate bien…
- ¡Claro!...
- ¡Por cierto!, me gustaría llamar a mi amigo. Al que estaba en el cafetín conmigo… ¿te fijaste en el?
- ¡Si!... ¡me gusta! ¿Que tal lo hace?
- ¡Muy bien! Estoy seguro que te gustará.
Y Chencho desapareció por la puerta del cuarto de baño...
Samuel, estaba que no cabía en sí...
- ¿Gerardo?…
… ¿como está?…
- Con la mosca detrás de la oreja. Pero, la he convencido para que vaya a visitar a sus padres esta semana. Así que, si quieres, podemos quedar...
- ¡Oye!, estoy en Aravaca, con el chico. Lo tenemos…
... ¡si!, le va la marcha. Y no te puedes imaginar lo rico que está. Avisa al coronel ¿vale? Que se venga a cenar.
Cuando Chencho salió de la ducha, y se disponía a echarse la camisa por encima, se sintió observado.
- No irás a vestirte otra vez ¿no? ¡Toma!... mejor ponte esto; y le dio un pantalón de lycra y una camiseta del Club de Polo.
- ¡Estarás mucho más cómodo con esto! Y yo disfrutaré mucho mas.
Se acercó a él y le abrazó… le acarició el pelo, húmedo; y se separó un poco, para verle mejor.
¡Que bien hueles!… ¡así, estas maravilloso!
Después, Chencho se acercó a un amplio sillón de mimbre, que ...
... había juntó a la puerta del salón y se sentó con los pies en lo alto; y se quedó mirando como Samuel anudaba un par de corbatas.
- ¿Te apetece algo?
Me parece que he visto Coca-Cola, en el frigo…
... o, ¿prefieres alcohol?…
¡No sé! Tengo wisky... y buena ginebra. Quizá... ¿un gin-tónic?…
- ¿No tienes cerveza?
- ¡No!, lo siento; pero ahora la pedimos, con la cena ¿OK?
- Una Coca, entonces…
Samuel fue a la cocina y no tardó mucho en aparecer con la Coca Cola.
Pero, Chencho había salido al jardín y se había tumbado en el césped, junto a la piscina. Entonces se acercó y se sentó muy cerca de él; y le ató el pie derecho con uno de los extremos... y cuando Chencho le preguntó que estaba haciendo…
- ¡Ah!, ¿esto?... es para que estés más cómodo.
Chencho terminó de entenderlo, cuando le anudó el otro extremo, al pie izquierdo; y tirando de ellas, las pasó por encima de su cabeza y se las enganchó al cuello.
La improvisada cuerda, enganchada al cuello, le forzaba a mantener las piernas en alto y abiertas mientras estaba tumbado en la hierba; ofreciendo una más que provocativa visión de su precioso culo.
- ¿Así estás bien? ¿Estás cómodo?…
- ¡Si!, la verdad es que, si.
- ¡Estás muy sexy!
Se acercó a él y empezó a olisquear entre sus piernas; acariciando esas nalgas y presionándole con el pulgar debajo de los huevos.
Luego, se dedicó a recorrer la deseada hendidura, presionando con los dedos y buscando el ojete, para estimularlo…
... ...