Choque Térmico (Frío)
Fecha: 25/06/2017,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... hubiera llamado guapa... —El viejo me miraba interrogante— ...lo decía por lo otro que dijo... Se necesita ser demasiado bruto para no darse cuenta de que cualquier día de estos se lo van a comer los gusanos, sino es que ya se lo están comiendo desde ahorita, porque hace tiempo que usted se está robando el aire de los demás...
La expresión del viejo era digna de ver, palideció por completo y se quedo quieto como estatua de sal.
—Bueno, ya estoy tranquila, eso era todo lo que quería decirle —le hice una reverencia y me alejé de ahí sin poder contener la risa apenas unos pasos fuera de su oficina. Su secretaria ya estaba ahí y me miraba asombrada, como si yo estuviera loquita.
Lógicamente, mi hermano me volvió a llamar a su oficina, yo acudí aparentando estar muy seria, pero estaba riéndome por dentro.
—¿Qué diablos has hecho?
—Como me lo sugeriste, fuí a disculparme con el Señor Pozos.
—No, no, no... Yo no te dije que fueras a disculparte... Te dije que trataras de ser más respetuosa con él. Que fueras un poco más condescendiente, todos sabemos cómo le gusta hacerse el simpático echándole flores a las muchachas guapas como tú. Pero jamás ha sido grosero con nadie y nunca intentaría nada más, ¡por Dios, el hombre ya está más muerto que vivo y lo que menos necesita ese pobre hombre es que vayas tú a recordárselo!
Yo intentaba decir algo en mi defensa, pero no había palabras que surgieran de mi garganta, solamente algún intento de balbuceo sin ...
... sentido.
—¡Qué tiempos estamos viviendo! —proseguía—. Con eso de que ustedes, la generación de las chicas modernas, liberadas y “empoderadas” consideran como acoso sexual la más mínima muestra de galantería... Parece que las ofende más que les digan guapa, bonita, o linda; a que les griten puta o cualquier otra babosada en la calle.
Yo tampoco estaba de muy buen humor, no podía creer que un tipo como él, a su edad y con esa posición tan importante en la empresa, en lugar de enfrentarme directamente tuviera que recurrir a mi hermano para que fuera él quien me llamara la atención, o peor aún, para que me pusiera de “patitas en la calle”, por supuesto que esto último era imposible que sucediera. Pero el asunto se estaba haciendo cada vez más molesto. Había comenzado como una tontería, pero amenazaba con convertirse en una guerra.
¡Que poco hombre! No, no iba a dar mi brazo a torcer. Había que ponerlo en su lugar y yo estaba dispuesta a hacerlo.
Desde siempre me han chocado los “tipos galantes”, perfectos desconocidos que te abordan halagándote y con piropos, unas veces amables, otras muy groseros. Yo digo que son iguales a los espontáneos exhibicionistas que se aparecen desnudos en lugares públicos. Tú estás de lo más tranquila y de repente se aparecen estos tipos, violentando tu espacio. Es muy distinto cuando acudes a una fiesta o algún lugar de encuentro donde en parte el objetivo es conocer a alguien con quien relacionarse. Pero me choca que hagan eso cuando caminas ...