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Maduras Anónimas (Cap. 07.5)
Fecha: 30/05/2020, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Incest_Lover, Fuente: CuentoRelatos
... tímidamente probé su sabor. ¿En qué clase de guarra me estaba convirtiendo? ¿Qué madre se excita con la ropa interior de su hijo? No tenía tiempo para contestar eso, todo lo que importaba era calmar mis ansias. Con el botín en mis manos camine de regreso a mi alcoba. Apenas estaba por llegar cuando escuche unos gruñidos, casi gemidos que llamaron mi atención. Venían de la alcoba de mi hijo y era bastante obvio lo que estaba haciendo así que lo mejor era dejarlo solo. Trate de encaminarme de regreso hacia mi cuarto pero los pies no me respondían, una fuerza dentro de mí me instaba a echar un vistazo a lo que sucedía en esa alcoba. La curiosidad me gano y lentamente me acerque hasta la habitación de mi hijo, despacio abrí la puerta lo suficiente para ver en su interior. Mi hijo estaba acostado boca arriba en la cama masturbándose furiosamente. Gracias a que estaba con los ojos cerrados mirando hacia el techo pude abrir más la puerta para deleitarme con la visión de su gordo y erecto pene. Recordé aquel día en la playa cuando termine haciéndole una paja, recordé como lo había sentido palpitar al envolverlo con mi mano, como se había estremecido al escupir su leche por la arena. Podía jurar que ahora se veía mucho más grande aunque tal vez solo era mi calentura. Como madre me sentía orgullosa de tan magnifica herramienta que seguramente brindaría gran placer a sus futuras conquistas. Como mujer me sentía atraída hacia ese increíble fierro de carne. Mi coño se ...
... humedeció empapando mis bragas, estaba sumamente excitada ante aquel espectáculo. Sin pensarlo lleve mi mano hasta mi palpitante raja y sin reparos me introduje tres dedos dentro de ella, tuve que morderme los labios para evitar soltar un gemido. Observaba como mi hijo recorría el largo de su pene con una mano mientras usaba la otra para ahogar sus gemidos; alternaba sus movimientos sobre su polla entre rápidos y lentos, soltando gemidos al hacerlo. Lo escuchaba balbucear pero no podía comprender lo que decía. Me preguntaba en quien podría estar pensando mientras se brindaba placer, seguramente en alguna amiga suya de la escuela. No sabía si era la calentura acumulada o tantos videos de incesto que había visto pero por mi mente cruzo la idea de entrar, de llevarme aquel erecto miembro a la boca para mamarlo por completo y luego dejarlo entrar en mi ansioso coño hasta que escupiera su leche en su interior. Aun así me mantuve en el umbral de la entrada, simplemente disfrutando del placer que mi hijo se brindaba y propinándome yo misma un placer igual. Temiendo que mis gemidos me delataran tome el bóxer manchados que tenía en la mano y cubrí mi boca con él. Al hacerlo aspire nuevamente el olor a semen que emanaba de ellos y me los metí a la boca probando de lleno su sabor. Sin duda aquel era un espectáculo digno de verse, madre e hijo masturbándose a pocos metros uno del otro. Un espectáculo inmoral, prohibido y pecaminoso pero sumamente placentero. De pronto los ...