Confesión de un infiel (2)
Fecha: 09/09/2019,
Categorías:
Infidelidad
Autor: AMorboso, Fuente: CuentoRelatos
... esperaba. Ella deseando ir a nuestro piso y yo disfrutando con la sorpresa que le guardaba.
Desayunamos sin prisa, y al terminar y salir del restaurante, ella esperaba que nos encaminásemos a casa, pero la hice cambiar de dirección. Empezaba el verano y hacía calor.
-¿A dónde vamos? ¿Dónde me llevas? –Eran sus preguntas repetidas.
-Tú sigue conmigo y lo verás.
Pocos minutos después entrábamos en el hotel.
-¿A qué venimos aquí? ¿Tienes que ver a algún cliente? –Me preguntó aunque noté que algo se imaginaba.
Todo quedó claro cuando fuimos hacia los ascensores sin pasar por recepción y pulsé el botón de la última planta.
-Mmm. ¿Has reservado una habitación?
-La suite nupcial. Lo mejor para ti.
Se me tiró al cuello y terminamos el recorrido del ascensor jugando con nuestras lenguas mientras mis manos recorrían su cuerpo y mi polla totalmente dura, presionaba sobre su estómago.
El ascensor terminaba dentro de la suite y solamente con pasar de nuevo la tarjeta llave, entrabas a un amplísimo salón con un enorme ventanal desde el que se podía ver media ciudad, y la otra media siguiendo por una enorme terraza que rodeaba la habitación.
De eso nos dimos cuenta después, porque nuestra entrada fue como caballos al galope, deteniéndonos un instante para orientarnos y localizar el dormitorio. No hay que decir que la ropa quedó como un reguero desde el ascensor al dormitorio.
Caímos sobre la cama desnudos y sin dejar de besarnos. Cuando me separé para ...
... lamer sus pezones, no me dejó, diciéndome.
-Fóllame. Necesito sentirte dentro.
Para mí fue una liberación. Mi polla estaba a punto de reventar y necesitaba metérsela urgentemente.
Ajusté mi posición, que ya casi estaba, situándome entre sus piernas. Ella levantó sus rodillas y las separó bien, para hacerme hueco y facilitar que mi polla cayese directamente en los labios de su vulva.
-Mmmmmm
Un ligero movimiento mientras me ubicaba, la hizo gemir. Cada vez se separaban más los labios y mostraba más todo lo que ocultaban.
Su clítoris erecto, sobresaliendo como un garbanzo, su interior rojo y muy húmedo, destilando flujo y mi deseado agujero que empezaba a verse detrás de todo esto.
Hice un recorrido por toda la vulva. Desde su entrada, evitando meterla, hasta su clítoris y más allá. Ella empezó a pedir más y más y que se la metiese de una vez, al tiempo que hacía movimientos para conseguir que le entrase.
Por fin decidí metérsela, recibiéndome con un profundo gemido.
-MMMMMM.
Empecé a moverme, sacándola casi completamente para volverla a meterla hasta el fondo varias veces, sintiendo cómo su respiración se aceleraba hasta que vi que se encontraba a punto de correrse, entonces la sacaba completamente, frotaba el glande a lo largo de su raja hasta rozar su clítoris y la volvía a meter completamente y de golpe.
A la tercera vez, se corrió con un orgasmo intenso.
-AAAAAAHHHH. ME CORROOOO. SIIIII.
Después quedó como desmayada, pero yo continué ...