1. Iniciándose en el shopping 2: La noche en el telo


    Fecha: 27/06/2019, Categorías: Gays Autor: juanitocaminador, Fuente: SexoSinTabues

    ... costado, una máquina de venta de juguetes sexuales mostraba bellas pijas de gel, consoladores, vibradores, plugs anales, excitadores prostáticos, lubricantes, condones. Una mesa pequeña de madera oscura, dos sillas. Lucas asombrado de que un hotel pudiera tener una habitación especial para gays, Martín feliz, se colgó de sus hombros y antes del primer beso, sacó de su bolsillo una hoja y le pidió a Lucas que la leyera. Era una serie de análisis fechados el día anterior, que confirmaban que Martín estaba sano de toda enfermedad de transmisión sexual. Colgado de su cuello, y mirándolo con cara de nena traviesa, le preguntó, "hoy me la das sin globito mi amor?, quiero que me embaraces". Lucas confundido, no entendía, el pibe se había sacado sangre para encontrarse con él?, para que lo cogiera sin forro como si fuera su novia? Mejor no pensar. Lo abrazó con fuerza y lo besó como para romperle la boca. Rodaron a la cama, se comieron, se besaron, se acariciaron cada milímetro de piel, los pezones de Martín quedaron rojos, los vientres se mojaron de jugos de amor, la unión debía llegar. Lucas acomodó a Martín en el borde de la cama. Antes de ponérsela se detuvo a mirarlo, lo del shopping había sido tan rápido! Su cuerpo era casi lampiño, su pancita apenas, la pija paradísima, no llegaba a los 15 cm, pero sus huevos eran inmensos, los pechitos chiquitos pero de sabor dulcísimo, su mirada soñadora, su cabello suave y lacio. Lo dio vuelta. El culo era impresionante, parado, de formas ...
    ... suaves, perfectas, como para besarlo milímetro por milímetro, con sus dos oyitos arriba de la cintura y una espalda de estatua griega. Se arrodilló entre sus piernas y se lo besó milímetro por milímetro, le abrió las nalguitas para mirarle el agujerito, rosado, apenas abierto, su esfinter tembloroso lo llamaba, se sumergió en ese valle mágico, nunca había chupado un culo, pero su deseo era tan grande que comenzó a lamerlo, besarlo y morderlo, mientras Martín gemía. Su lengua comenzó a coger ese agujerito. Todos sus preconceptos se caían, no había mal gusto, no había olor feo, disfrutaba de cada lamida de esa caverna tibia y de cada quejido que le arrancaba a Martincito. Había chupado conchas, si, pero esto era diferente, esto lo hacía vibrar, esto le hacía doler la pija de calentura, esto lo apasionaba. Chuparle la concha a una mina era un trabajo necesario para calentarla, chuparle el culo a Martín le daba placer! Un quejoso "por favor amor metémela ya" lo despertó de su apasionada mamada. Acomodó a Martín en el centro de la cama, boca abajo, le abrió un poco las nalguitas y se la puso despacito. La saliva y la calentura hicieron que la pija se deslizara feliz hasta el fondo del culito de Martín, sin dolor, sin esfuerzo. Lucas se apoyó sobre la espalda de Martín, los dos gimieron, ese contacto total era tan tibio, tan bello que los dos se sentían en el paraíso. Comenzó el mete y saca despacito, ese culito lo hacía sentir tan bien!, esa espalda tibia lo hacía sentir tan bien! ...
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