Mi amiga Inés
Fecha: 22/06/2019,
Categorías:
Gays
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... otro, no era el que yo conocía y éste Alex no me gustaba nada. Tuve que hacer caso, lo hice tal como dijo y cerré los ojos esperando lo que tenía que venir. Jose me metió casi la mitad de su polla a la primera. Fue desgarrador, por suerte aguanté sin gritar porque eso le habría encendido aun más. Empezó el mete saca lento pero metiéndomela hasta donde yo pensaba que no se podía llegar. Real- mente el tenía que estar haciéndose daño. El dolor era tremendo, le supliqué que parara, pero Alex le jaleaba y me insultaba. Creo que Jose consiguió meterme toda su polla entera en el culo. Alex se subió a la cama sin dejar de meneársela y justo antes de correrse apuntó a mi cara dejándome perdido. Nunca había hecho eso y me humillaba profundamente.
Se lo estaban pasando bien a juzgar por sus risas, y cuanto más gritaba yo más fuerte me daba pero no podía evitarlo. Además Jose tenía un aguante extraordinario. No sabía si iba a aguantar más cuando vi a Inés en la puerta, lo que me produjo a la vez alivio y preocupación.
- Bueno, creo que se ha acabado la fiesta, dejadle. - dijo seriamente. Creo que debieron sentir bastante vergüenza. Sentí la polla de Jose saliendo de mi culo rápidamente. Pero Alex no se había dado por vencido.
- ¿Qué pasa, nos vas a pegar? -
- No, pero si no le dejáis dentro de poco la gente pegará el culo a la pared cuando os vea venir. - respondió Inés
- Si tú hablas yo también lo haré, y creo que a tu amiguito no le conviene.
Sabían más de mi vida ...
... de lo que yo pensaba. Sabiendo mi secreto podían hacerme lo que quisieran y eran conscientes de ello. Podían arruinarme. Jose se acercó a Inés y la miró de arriba a abajo, con intenciones obvias. - Venga preciosa, vente conmigo a la cama y no diremos nada. - Era cierto que nos tenían a su disposición pero aquello era demasiado. Le dije a Inés que se fuera. Me daba igual que todo el mundo supiera lo mío. Me miró con inmensa tristeza. Debía haberse quedado escondida pero ya era tarde. Al menos si se iba ella estaría a salvo.
Permanecía quieta enfrente de Jose, como con la mente en blanco, y al momento inexplicablemente sin levantar la vista del suelo se arrodilló suavemente quedando su cabeza justo delante de la polla de Jose, y se quedo así, sin hacer nada pero indicando que había accedido, sin decir una palabra. La visión de su cuerpazo, de su expresión seria como indicando sumisión, su pelo liso cubriéndola parcialmente la cara, inmóvil, era infinitamente excitante. Cuando me di cuenta la tenía otra vez durísima, y ni que decir tiene las de nuestros dos "violadores". Vi como la de Jose sufría la erección mas rápida que he visto en mi vida, quedando su glande justo enfrente de los labios de Inés, a un centímetro, palpitando, daba la impresión de que se estiraba más aún queriendo rozarlos. Ella no se hizo de rogar y se metió parte del capullo en la boca, lamiendo la punta con la lengua dentro de su boca para después meterse un trozo bastante mayor. Yo no salía de mi asombro ...