La tía Isabel
Fecha: 21/06/2019,
Categorías:
Hetero
Autor: DENYS PERVERSO, Fuente: CuentoRelatos
... por quedarme resultaban infructuosos. Después de todo, yo no recibía pago alguno por mis servicios y me parecía que los oficiales y las mujeres me debían, por lo menos, la oportunidad de obtener información de primera mano de sus ardientes actividades. Muchas ocasiones me tocó mirar a los oficiales pellizcarles las nalgas y a otros mas osados meter la mano bajo sus faldas palpando descarados sus panochas.
Nadie apreciaba mi labor no era un niño pero tampoco un adulto, lleno de curiosidad e inquietud. Y que me excitaba al contemplar los primeros escarceos amatorios de esas damas. Sin embargo contaba con mas información de la que pueda imaginarse, que si estaban sanas que si eran lo suficiente estrechas. Sin embargo todo eso ahora me da risa porque no puedo comprender como esperaban que las vaginas de esas señoronas apretaran tanto o más que una joven virgen. Considerado un niño me despedían rápido para dar rienda suelta al placer venéreo. Toda esta situación me tenía constantemente en estado de excitación, en algunas habitaciones tenía acceso libre y podíaestudiar el escenario a mis anchas. Buscaba pistas en las camas revueltas, en las botellas de licor medio vacías, en las colillas manchadas de carmín, pero, sobre todo, en los olores que permanecían en la habitación. Una vez encontré unas bragas de seda blanca y las olí con ansia. Tenían un olor peculiar y agradable. Yo no podía saberlo, pero adiviné que así debía de oler la mujer, y me puse las bragas en la nariz y ...
... estuve mucho rato respirando a través de ellas.Pasé varios días pensando, ingeniármelas para acostarme con alguna de las señoras a las que servía. No podía dejar de pensar que pudiera gustarle a alguna de esas señoras, aunque fuera un poco. Pero tenia muy clavadó el deseo y la oportunidad se presento pronto. Cuando la Duquesa que así le decia debido a su porte orgulloso. Termino su coito rentado con un nuevo oficial. Por la mañana lo vi salir apurado dejando seguramente a la duquesa en el lecho con la vulva repleta de semen. Me quedé rondando por el alojamiento hasta que ella se levantó. Cuando oí la ducha, entré en la habitación.
Ella no me oyó. Abrí la puerta del baño sigilosamente y la vi bajo la ducha. ¡Impresionante! Aunque yo había visto las fotografías clavadas en las paredes de los cuarteles, era la primera vez que veía a una mujer de carne y hueso desnuda. Y en nada se parecé una foto a la majestuosa hermosura de una hembra totalmente al natural. Ella no se percató de mi presencia, cuando salio de la ducha perdí el juicio y me lancé encima de ella. Le besé los pechos y me estreché fuertemente a su cuerpo. Cai en extasis y cerré mis ojos con fuerza.Ella debió advertir la grata emoción que me causaba y tal vez por ello dio tiempo unos instantes antes de rechazarme con un brusco empujón: ----- ¡Sal de aquí ahora mismo!, --- protestó, resguardándose los pezones con ambas manos. --- ¡voltea hacia otro lado!--- aun en contra de mis propios deseos le di la espalda. Le ofrecí ...