1. PUDIERON MAS LAS GANAS...


    Fecha: 18/06/2019, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... qué?
    
    - Ya lo veras, nena… Hazlo.
    
    Ella me miraba feliz, no sabía lo que iba a hacer pero su calentura y arrechera le hacía seguir el requerimiento. Se tendió boca arriba en el suave baldosín y me miraba extasiada.
    
    - Amor… que rico todo lo que me has hecho. Me siento toda una mujer, tu mujer, tu hembra…
    
    - Lo eres y yo soy tu macho, contesté.
    
    Diciendo esto, me hice encima, de pie, teniéndola entre mis piernas y mirándola a los ojos comencé a masturbarme con fuerza, con vigor. Mi pene estaba completamente duro, erecto, parado, tieso… Aceleré el ritmo de mi manoteo y cuando la leche llegaba a la punta, incliné la verga y la fui descargando en todo su cuerpo. El chorro salía con fuerza, con ímpetu. Una parte cayó en su cara, otra en sus tetas, en su abdomen, en su cosita y alcanzó un poco para sus piernas. ¡¡¡Que chorro de leche!!! Con tal eyaculación me quedé congelado, quieto; solo mis ojos se movían siguiendo el camino de leche que había marcado en su cuerpo con cada espasmo. Esto nunca lo había sentido, nunca lo había hecho o vivido. Era una total novedad.
    
    Pasado el ...
    ... estertor y el estremecimiento inicial me incliné y con un lápiz que había cogido del escritorio fui llevando gotas de semen a su boca. Como el lápiz tomaba poca cantidad, lo arrojé a un lado y me di a esa tarea con los dedos. Le di a comer mermeladita blanca de la que estaba en sus tetas y en su abdomen; la de la cara se la corrí hasta la boca y ella se la lamía con la lengua. Con cada bocadito se saboreaba. Tomé la de las piernas y junto con la que había chisgueteado su cosita la refregué en su clítoris. Mientras le daba de comer la que había salpicado sus tetas, le untaba la demás en su gallito. Cuando ya se terminó toda la leche le di un beso apasionado en la boca y luego otro bien grande en su clítoris, probando con ello mi propio semen que mezclado con sus jugos sabía delicioso… ¡¡¡Hummm… caviar de dioses!!!
    
    Nos pusimos de pie y nos abrazamos. Había superado el tabú de tener sexo en mi oficina con alguien y quien mejor que mi mujer… De hecho sigue siendo un tabú, con otras. Con ella espero que se vuelva costumbre… Bueno, no tanta.
    
    ¡¡¡Pudieron más las ganas que cualquier otra cosa…!!! 
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