Sin los novios
Fecha: 08/03/2019,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... parece una locomotora – reímos durante un segundo y volvimos a guardar silencio para oírles disfrutar.
De imaginarles en plena acción me estaba empezando a excitar, en cierto modo envidiaba no ser yo la afortunada. Si no hubiera estado acompañada, sin duda me habría masturbado. En cambio comenzamos a hablar de temas sexuales, lo cual hizo que creciera aun más mi excitación. Nunca habíamos tratado temas tan íntimos entre nosotras y en cierto modo, me gustó.
A la mañana siguiente, mientras desayunábamos en la cocina, volvimos a echarnos unas risas recordando con Elena la fiesta que tenían montada. Pasamos la mañana y gran parte de la tarde recorriendo la ciudad y visitando los lugares más típicos. A la hora de cenar regresamos para arreglarnos y comer algo antes de salir de fiesta las tres chicas, ya que Ruth no estaba en casa. Me puse una minifalda y una camiseta súper escotada que dejaba mi ombligo al aire, la cual no tenía muchas ocasiones de usar, ya que a mi novio no le gustaba nada que me la pusiera. Elena y Mónica no se quedaron atrás, la primera una falda hasta la rodilla y botas altas y la segunda, minifalda vaquera y una camiseta negra con mucho escote y sin sujetador, como yo.
Después de visitar un par de bares tranquilos, en los que cayeron tres o cuatro cubatas, fuimos a uno más espacioso e ideal para bailar. En la puerta se nos unió Ruth, que había llamado a Elena al móvil para localizarnos. Ya las cuatro juntas, hicimos una entrada triunfal en el ...
... local, que estaba repleto de chicos que nos comían con la vista a nuestro paso. Con otra copa en la mano, interrogamos a Ruth sobre su juerguecita de la noche anterior. Esta nos la describió con todo lujo de detalles. Mientras, entre risas y más risas, noté como un grupo de tres chicos se iba posicionando a nuestro lado, sin duda con la intención de atacarnos. Mónica también se dio cuenta, pero decidió ponérselo difícil, me cogió de la mano y me arrastró hasta la pista de baile mientras nos gritaba a las cuatro… - vamos a bailar chicas, que se lo curren un poco si quieren algo.
Comenzamos bailando las cuatro en un corro, salsa, rumba, etc. pero una a una acabamos bailando con los chicos que reunían el suficiente valor para sacarnos. Mónica era la más afortunada, ya que bailaba con un morenazo de piel muy bronceada, que lucía músculos con una camiseta gris muy ceñida. En realidad miraba más al moreno que al tío súper alto con el que estaba yo. Cambiamos de pareja un par de veces todas, menos Mónica que seguía con el guaperas.
Mira a Moni, parece que ha triunfado – Me dijo Ruth al oído, para que no lo oyera mi pareja de baile.
Ya te digo, siempre le toca el más guapo – contesté envidiosa de su suerte.
Acabó la canción y la siguiente que ya sonaba era un regaetón, pero a Mónica le debió parecer demasiado, restregarse con ese desconocido y dándole dos besos le dejó plantado y se puso a bailar conmigo para disfrute de todos los tíos que nos rodeaban. Me sorprendió el ...