53.2 A la luz de la luna
Fecha: 24/01/2019,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... después de abrazar y besar a su nieto, me abrazo y sujetó de la mano para preguntarme por mis padres y me pidió que la volviera a abrazar, se les notaba más sensibles que a mis padres y querían recibir manifiestas muestras de cariño.
Pregunté por el abuelo, Borja le había dejado en su despacho donde estaban trabajando cuando llegamos. Mientras ellos hablaban me adelanté para ir donde el anciano, llamé a la puerta y entré sin esperar el permiso, estaba sentado ante su mesa mirando documentos cuyos datos contrastaba con los que aparecían en la pantalla de ordenador.
Hizo el intento de levantarse y lo evité llegado donde él para abrazarle, besé su ajada piel de la mejilla y me deslicé hasta caer de rodillas ante él con mi cabeza sobre sus piernas, permanecí así notando su extrema delgadez, llevó con timidez su mano a mi cabello y lo alborotó pasando su caricia a mi cuello.
-¿Cómo os ha resultado el viaje? -en lugar de contestar su pregunta cogí su otra mano y la llevé a mis labios.
-No tenía que haber hecho nada, mi padre me ha hablado y le agradezco muchísimo todo lo hace por mí, pero eso no era necesario. –su mano se detuvo en mi cuello y jugó con mi cabello.
-Hubiera preferido que no te lo dijeran y que fuera un secreto pero ya está hecho, no te preocupes por ello, no tiene importancia, además ha sido un acto egoísta para comprar tu cariño. –hablaba en tono irónico quitándole importancia y su respuesta sugería que todos conocían lo que había ...
... hecho.
-Ustedes saben que siempre les he querido abuelo, ¿puedo llamarle así? -tiraba de mi brazo para que me levantara pero me daba miedo apoyar mi peso en sus piernas, entonces sentí las manos de Gonzalo que me ayudaban a levantarme.
La abuela y Borja permanecían en la puerta del despacho presenciando la escena, no sé en qué momento llegaron, pero resultaron unos instantes de emotiva y muy fuerte emoción para todos que me miraban fijamente.
Cuando estuve de pie el abuelo dejó sus manos sobre sus piernas.
-Puedes llamarnos como desees, pero nos gustará que nos trates igual que ellos. -hizo un gesto señalando a Gonzalo y a Borja.
Volví a inclinarme para abrazar sus hombros y besar su cara otra vez, soy un simple tonto sentimental e iba a ponerme a llorar, la abuela se acercó y salvó mi momento angustioso abrazándome y hablando de otras cosas sin transcendencia, pero no era solamente yo el emocionado.
Cuando fuimos a la habitación de Gonzalo estaba Wes trabajando, le saludé como pude, aún acongojado por lo sucedido con los abuelos y prudente se retiro dejándonos solos.
-Si me necesitan estaré trabajando en la otra habitación. –cuando salió me tendí en la cama mirando al techo y las lágrimas comenzaron a manar de mis ojos, Gonzalo se sentó a mi lado e hizo lo mismo que el abuelo, acariciar mi cabello y luego el cuello dándome suaves masajes.
-Tú lo sabías Gonzalo, tenías que habérmelo dicho, estáis dando por supuesto que lo nuestro no tendrá un final feliz y preparando ...