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La cacería
Fecha: 25/12/2018, Categorías: Infidelidad Autor: mursiya, Fuente: CuentoRelatos
... dolorida espalda y ató mis manos fuertemente con una cuerda. Sentía el calor de su coño sobre mi piel y el aliento de su boca en mi cogote. Creo que estaba Rebeca cachondisima ya que restregó su sexo varias veces por mi espalda mientras me ataba y después de atado se restregó su conejito con mis manos que estaban atadas a mi espalda al tiempo que se acercaba a mi oído; -Voy a matarte como a un perro que eres, me perteneces. No sé qué va a hacerte ahora ama Jezabel pero después serás mío... mi placer no es masturbarme contigo, mi placer es verte morir, hacerte sufrir, ver cómo me imploras que ponga fin a tu mierda de vida... Tenía su coño encima de mis manos, no podía moverlas, pero Rebeca no hacia más que restregar su rajita y moverse sobre mis manos como si estuviera follando. Estaba húmeda, muy húmeda. Me estaba volviendo a empalmar. Suerte que estaba boca abajo y no podían ver mi erección... En esas que llega Jezabel con una silla y un trozo de cuerda que llevaba anudada con un nudo corredizo. Sin quitarse las botas se bajó el pantalón hasta donde éstas se lo permitían y se sentó en la silla. No llevaba braguitas, como ya me había dado cuanta al ser tan fino el pantalón. Llevaba su coñito rasurado y solo tenía una diminuta tirilla de pelo a lo largo del monte de venus. -Hijo de perra!!! No querías comerme el coño??? Pues ven aquí que lo vas a hacer. No me lo podía creer. Mi diosa más deseada, antes de acabar con mi vida, iba a cumplir mi sueño de estar ...
... dentro de su rajita... Pero me mosqueaba esa cuerda con nudo de horca que llevaba en sus manos mi ama Jezabel. -Ven aquí imbécil!!! Rápido empieza... Sin más dilación me apresure a cumplir su orden. Mi lengua iba derecha hacia su objetivo cuando la cuerda que mi diosa llevaba en sus manos se anudó fuertemente en mi cuello. Una nueva maldad de estas dos mujeres para conmigo estaban preparando. -Como veo que quieres chupármelo me voy a asegurar que me lo hagas bien y que tu lengua llegue a lo más profundo de mi sexo. Te vamos a estrangular mientras que me lo comes para que saques la lengua bien fuera de tu boca cuando te falte el aire. Rebeca, coge el extremo de la cuerda y aprieta el nudo sobre la garganta de este cabrón mientras me lo come. Ya sabía yo que había truco, otra tortura más. Rebeca se situó a mi espalda mientras yo estaba de rodillas con la cabeza entre las piernas de ama Jezabel. Rebeca apoyó su rodilla sobre mi espalda para tirar con más fuerza del nudo corredizo que se cerraba alrededor de mi cuello mientras ama Jezabel apretaba mi cabeza contra su sexo tirándome del pelo. Casi sin aire mi lengua se perdía en el interior del sexo de mi diosa. Yo desde luego no estaba disfrutando de la comida pero mi ama Jezabel gemía de gusto y sus fluidos vaginales empapaban mi cara. Rebeca estaba apretando tanto el nudo sobre mi cuello que ya empezaba a marearme por la falta de aire. Mi diosa seguía con su placer, creo yo que más por el hecho de tenerme muriendo ...