1. La historia de Ángel, solo era un muchacho (18)


    Fecha: 19/12/2018, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... sosteniendo la lanza de carne con la mano, y comenzó a penetrarlo.
    
    -¡Ayy! Sí, hasta el fondo, métela más, dame duro. -Fulvio cabalgaba de pie a su amigo con tremendas estocadas dejándole ir todo la polla de golpe, sudaba copiosamente y entonces se clavó en el muchacho comenzando a temblar y gemir girando los ojos.
    
    -¡Ya, ya me viene! Te voy a llenar el culo. -Gutiérrez miraba asombrado la potencia sexual de su hijo y como su poderosa verga se empoderaba del agujero de Enlai haciéndolo suyo, sorpresivamente se retiró sacando la polla de repente y se dirigió a Juan respirando fatigado.
    
    -Ahora es tuyo, es tu turno. -Enlai retiró su cabeza de las manos de Juan y la colocó sobre el asiento, llevó las manos a sus nalgas y se las abrió con fuerza, para que el hombre mayor pudiera ver como de su ano salía un reguero de la leche que Fulvio le había dejado dentro.
    
    Juan se arrodilló detrás de él comenzando a lamer la leche de su hijo que expulsaba el culito del chico oriental, estuvo muy poco tiempo, aquello le tenía completamente excitado y deseoso de correrse.
    
    Levantó al chico del suelo y lo abrazó elevándolo contra su pecho, Enlai enroscó las delgadas piernas en la cintura de su macho y tiró el cuerpo hacia abajo buscando la verga para que se le metiera por el culo, tuvo que buscarla con la mano, la localizo y la puso en la entrada del ano enchufándose.
    
    -Así Juan, así, qué ...
    ... gusto, que verga rica tienes.
    
    Juan le cargó agarrándole de las nalgas para que no se cayera, y se encaminó a su habitación con el chico cogido a su cuerpo, como un monito a su madre pero con el rabo del macho semental en su cuerpo. Entonces Juan le hablo a su hijo.
    
    -Esta noche Enlai la pasará en mi cama. -y en dos horas de esa noche Juan se folló a su “mujer” dos veces seguidas sin tener que sacarle la polla, era una experiencia única y que no se repetiría muy a menudo.
    
    -¿Has quedado satisfecho? -su voz susurraba en el oido del muchacho.
    
    -¿Sigues queriendo ser mi mujer y servirme?
    
    -Si, sí, tu eres mi macho, mi amo, y haré todo lo que tu me mandes.
    
    -¿Seguirás follando con Fulvio? -Juan sintió que el chico se contraía asustado y no le respondía.
    
    -¿También te gusta la verga de Fulvio?, de acuerdo, quiero que sigas follando con él, por lo menos hasta que encuentre un sustituto. -escucho un lindo y satisfecho gemido del chico. Entonces fue patente para el experimentado policía que aquella hembrita preciosa necesitaba más de una verga para dejarla satisfecha.
    
    Le despertó el brusco repiqueteo del busca policial y localizó su teléfono sobre la mesilla.
    
    -Dime Lara… -reconoció de inmediato su voz y su corazón comenzó a latir alocado.
    
    -Nuestro hombre ha recibido una llamada y se prepara para salir.
    
    -Voy inmediatamente, mándame un coche que me recoja.
    
    Seguirá… 
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