Inmigrante (02)
Fecha: 15/12/2018,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: AMorboso, Fuente: CuentoRelatos
... discreto y no se entere nadie. Otras relaciones serán las mínimas y generalmente, procura que sea a través del abogado.
Hasta terminar la bebida, seguí hablando con ella sobre su familia, que los esperaba más ariscos, pero que me habían resultado amables, etc., etc. Aproveché para preguntar a qué se dedicaban sus tíos, que tenían sus propios negocios, qué hacían sus primos, trabajaban en el negocio de los padres, unos vagos con estudios sin terminar y colocados en puestos de dirección que no servían para nada ni intervenían en el funcionamiento de la empresa. Y por fin, lo que más me interesaba, sus primas. Tampoco habían terminado sus estudios. Su trabajo era el gimnasio, las tiendas de ropa cara y las salidas hasta el amanecer o el mediodía siguiente. Estuvo saliendo con ellas hasta que falleció el abuelo y se había casado conmigo.
-Son unas putas. Todas las noches que salíamos, tenía que irme a casa sola, y aunque no lo creas, la muerte del abuelo me afectó bastante, a pesar de la mala relación que teníamos. La soledad me angustiaba y por eso dejé de salir con ellas. ¿No se te han insinuado?
-No sé qué decirte, cuando he bailado un poco con la mayor, que no recuerdo su nombre…
-Cristina. –Me dijo ella.
-Eso, Cristina, parece que se apretaba y frotaba un poco conmigo, pero ya hemos dejado de bailar y no me ha dicho nada, sin embargo tanto ella como tu otra prima…
-Carmen. –Volvió a ilustrarme.
-Eso, Carmen, al marcharse me han dado un beso en la ...
... comisura de los labios, y no me ha parecido casual.
-Si, como te he dicho, son muy putas. Es posible que no tarden en llevarte a la cama.
-Te importaría.
-No, pero preferiría que fuese cuando estemos divorciados, para evitar los comentarios entre la familia.
Una vez enterado de lo que me interesaba, continué con preguntas y respuestas menos importantes, para mantener la conversación. A pesar de su sequedad habitual y lo ácida con su familia, era agradable a la hora de conversar y el tiempo se nos pasó volando.
Al terminar, me preguntó si quería que me llevase a casa en su taxi, pero rechacé la oferta y me fui en otro.
Las semanas siguientes fueron bastante normales. Venían las cuatro por la discoteca, a veces un día, otros dos en la misma semana, invitándolas yo a las bebidas, y dándoles un poco de conversación. Marisa me citaba para follar, pero siempre le ponía excusas del trabajo. También Sonia y Marta intentaban resultarme más agradables, lo que me daba una cierta idea de sus intenciones.
Pasó el primer mes y cobré mi segunda paga de manos del abogado, que pasó a incrementar los ahorros, puesto que el sueldo de la discoteca ya me daba para vivir y ahorrar algo.
Ese mes, uno de mis compañeros de piso se iba a vivir con su novia y el otro a trabajar a otra ciudad, por lo que me quedaba solo en el piso. Como no me apetecía buscar nuevos compañeros, le pregunté al abogado si seguía en pie la oferta de vivienda, confirmándomelo e informándome que la propia Ana ...