1. Convirtiendo a mi esposa en puta


    Fecha: 14/12/2018, Categorías: Gays Autor: Domador7, Fuente: CuentoRelatos

    ... sexo fue un ingrediente importante en nuestra relación, nos gustaba pasar las tardes en casa de sus papas mientras yo la masturbaba a escondidas, o que ella se metiera a su cuarto mientras yo la espiaba, fue hermoso explorar su sexo. Cuando llegaba a visitarla y la veía en falda o en short era señal que tendría oportunidad de tocar su sexo. Ella empezaba a despertar la mujer reprimida y le encantaba calentarme todo el día, provocarme, hacerme sufrir para después en alguna oportunidad que sus papas no nos vieran y yo ya bien caliente la tocaba y escuchaba gemir con voz ahogada y después de un rato hacerla venir en silencio para que sus papas no nos descubrieran. Fue una época muy linda. Sin embargo a ella le daba miedo tocarme, era muy difícil hacer que ella me masturbara o siquiera que viera mi pene.
    
    No fue hasta que una tarde en que sus papas veían tele en su cuarto cuando aproveche la ocasión y empecé a tocarla en una parte de la sala y al sentir que ya estaba caliente, me fui bajando el cierre del pantalón y sin pensarlo saque mi pene a su vista, fue uno de los momentos más excitantes en mi vida, ella lo veía y me demostraba que le agradaba pues empezó a acelerar el ritmo y en un arrebato de locura tome su mano y la dirigí hacia mi sexo haciéndola rodearla con sus dedos para finalmente apretarla; pude sentir su piel caliente, tersa, húmeda debido a que a ella le sudan las manos cuando está en una situación de nervios, en este caso, excitada. Casi eyaculo en ese momento. ...
    ... Ella se vino con gemidos ahogados y cuando terminó yo guarde mi herramienta de nuevo en su guarida. Sabía que tenía que tener paciencia para que ella se soltara, no podía presionarla para hacer algo que no estuviera preparada. Nos despedimos con un beso y nuevamente dormí con la misma sonrisa en mi cama. Realmente era amor lo que sentía por ella.
    
    Sin embargo, fue entonces que me di cuenta que a ella le costaba trabajo mostrar sus deseos oscuros en el plano sexual, desde que la conocí ella jamás aceptó la idea de involucrar a una tercera persona, la sola idea la alertaba a ella de perder el amor que habíamos formado, así mismo el sexo anal ni por la mente le pasaba, era un tema el cual se negaba a tratar pues su mente le dictaba que no era algo normal.
    
    Para colmo de males estos dos temas, el de compartirla y el de tener sexo anal, siempre fueron una obsesión desde joven y mi idea era que cuando estuviera casado con mi esposa ella me complacería en todo, y ella no precisamente contemplaba "todo" en su repertorio, aun así, yo la amaba mucho y decidí esperar. Sabía que tenía una mujer muy caliente y a la larga la podría emputecer, solo era cuestión de tiempo.
    
    Posteriormente nos casamos, días inolvidables, toda la familia presente, en fin, una gran fiesta. Esa noche de bodas la tome por la cintura y se la fui metiendo despacio, ella me recibía de manera gustosa, empinaba más su culo hacia mi hasta llegar ambos a un dulce orgasmo en donde, como siempre, no la eyacule pues ...
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