El castillo
Fecha: 14/12/2018,
Categorías:
Lesbianas
Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos
... habrá dolido mucho al ponértelo.
—”Cuando se ama, se sufre”, respondió.
—”¿Qué significa ese piercing?”, pregunté.
—”Es un regalo de Luis el 6 de enero por mi cumpleaños y santo; y son brillantes auténticos; están pulidos para que no corten la piel”, respondió.
—”Pero…, ¿quien te lo va a ver ahí?”, pregunté curioso.
—”Eso mismo le dije yo”, intervino Luis.
—”Pero él me ama y me obsequia el piercing que yo quería, y yo lo amo y no quiero que lo vean los demás sino solo él; porque a Luis le gusta estimularme el ano y entonces lo ve y le recuerda que ha de seguir amándome”, explicó Gaspar.
—”Jooodeeerrrrrr…”, eso sí que se llama amar y ser amado; qué putada, jamás podía imaginarme eso…, pero te dolió, ¿no?”, dije aseverativamente.
—”Pero valió la pena”, dijo Gaspar.
Me quedé pensando de qué somos capaces los seres humanos cuando hay amor; también pensaba lo brutos que somos cuando hay odio y rencor; me quedé pensando “…piercing en el perineo… justo en el pliegue del rafe” y comenzó a dolerme a mí. Me pasé la mano por el perineo y sentí el gusto de llevar algo en ese sitio tan sensible y, que pasado el primer dolor, luego siempre tener ahí una cosita dándole a la cantidad de nervios cuyos terminales acaban ahí…; entonces comencé a imaginarme que Gaspar tenía que tener siempre ganas de sexo, porque ese implante superficial en ese lugar tenía que hacer que jamás olvidara el placer del sexo y tenía que ser un buen recordatorio. Pero en mis pensamientos ...
... debí ensimismarme y se quedaron los dos mirándome como idiotas; entonces dije:
—”¿Qué miráis, así, como dos idiotas?”
—”¿Como dos idiotas? Mira quién habla…, dijeron los dos a coro.
—”Eso es amar, eso; maricones de puta madre, eso es amar…”, me quedé suspendido tras escucharme yo mismo estas palabras.
—”No perdamos más tiempo”, dijo Luis agarrándome de los hombros.
—”Sí, sí, ¿qué pasa?, dije yo como despertando de un sueño.
Me llevaron a la cama. El whisky había hecho su efecto en los tres y nos tumbamos encima de la cama para dormir. Estábamos cansados. Ya no me enteré de nada hasta que —no sé cuánto tiempo después— me despertaron Luis y Gaspar de mi sueño. Ellos también parecían recién salidos del sueño. Comenzaron a acariciarme y les seguí la corriente. En un instante nos habíamos calentado y los deseos de Freya volvían a rebrotar en nosotros. Si ellos estaban jugando con mi pene, yo me puse a jugar también con el pene de Luis, pero no era el juego manual lo que estábamos buscando. Luis me dijo al oído si alguna vez había follado a dos tíos simultáneamente. Le dije que no entendía, y me dijo que me preparara porque los dos deseaban que yo les follara a ambos. Enseguida me di cuenta de que Gaspar se había puesto en posición y que mi polla estaba a punto de atravesar aquel culo. Se pusieron ambos de rodillas juntos y se inclinaron ofreciéndome sus agujeros anales a mi disposición. Hice lo que me pasó por la cabeza. Los veía a ambos masturbarse uno al otro y ...