El castillo
Fecha: 14/12/2018,
Categorías:
Lesbianas
Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos
... manteniéndose en esa posición. Metí mi polla en el hueco de Gaspar y comencé a follarlo y hacer un mete y saca pausado mientras con la mano derecha iba metiendo un dedo, dos, tres en el ano de Luis. Luego me dijeron que cambiara, saqué mi polla del antro de Gaspar, penetré a Luis e hice lo mismo en el hueco de Gaspar, pero con la dilatación que tenía se me metieron los cuatro dedos de la mano izquierda en su interior y el pulgar hacía de freno. Pero no acaba ahí, porque nos pusimos en cadena y Luis se puso a lamer el culo de Gaspar mientras yo tenía mi polla ensartada en el culo del propio Luis. Así estuvimos moviéndonos sin dejar de intercambiarse, de modo que todo el tiempo era yo quien estaba con mi polla jugando alternativamente con los dos agujeros anales. Me había vuelto loco con tanto intercambio y comencé a eyacular encima de Luis y de Gaspar. Al instante ellos eyacularon casi simultáneamente y la cantidad de esperma fue tal que estábamos como por encima de un mar de semen. La boca, las manos, el culo, los pies, la cabeza…, ¿acaso quedaba algo sin estar impregnando del esperma de cada uno y de todos juntos? Un juego de locos que nos puso frenéticos, alocados y verdaderamente perdimos todos los estribos del dominio personal, hasta que caímos rendidos encima de aquel charco de sudor y semen y saliva sin control.
Pero no era bueno que nos enfriáramos con aquella sequedad que comenzaba a ponerse sobre los cuerpos y nos metimos en la bañera para lavarnos y vuelta a ...
... comenzar. Me costó volver a empalmarme, pero parece que cuando el cuerpo se desenfrena jamás tiene suficiente y es capaz de estar sin cesar fabricando semen para el propio goce y para repartir el placer entre los compañeros. Y de nuevo dentro de la bañera de pie, abrazándonos y llenándonos de besos penetré a Luis que se me ofreció cual sujeto hambriento y Gaspar, que no quiso ser menos, clavó su polla en mi culo. Cada uno dando al otro y yo masturbando a Luis al tiempo que lo estaba follando. Ahí acabé rendido sin poder más en los brazos de Gaspar. Me eché de rodillas para sujetarme bien y puse mi boca sobre los huevos de Gaspar mirando hacia arriba y viendo con cuanto cariño, amor y placer Luis y Gaspar se estaban besando. Mientras con mis manos jugaba con el pene de Luis, mi boca iba del perineo de Gaspar, saboreando su piercing, al escroto y al revés. Hasta que Luis me dijo:
—”Oye, loquito, que hay que desayunar”.
Nos lavamos ayudándonos uno al otro, nos secamos con una toalla muy grande y sin peinar nos pusimos un short. Nos fuimos a la cocina; no había nadie y comenzamos a preparar el desayuno.
—”¿Hoy no viene nadie?”, pregunté a Luis.
—”Hasta el lunes no viene nadie”, respondió Luis.
—”Entonces podemos poner un poco de orden”, dije.
—”Sí; desayunamos, ponemos un poco de orden y nos vamos a la piscina hasta la hora de comer”, dijo Luis.
Dejamos todo ordenado, sí, lo mejor que pudimos, para que nadie se molestara de ver restos de comida y porque así ...