El castillo
Fecha: 14/12/2018,
Categorías:
Lesbianas
Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos
... granulado no disuelto:
—”Toma esto; estás diciendo que te duele un poco la cabeza; se te irá pronto el dolor y la modorra”, dijo Luis.
Bebí el contenido del vaso con fruición porque me apremiaba la sed. Y algo así como unos veinte minutos más tarde, me entraron ganas de defecar. Me fui al baño, saqué abundancia de detritus fecal de tanto que había comido. Me metí en la ducha para limpiar mi trasero. Como vi que había una pera de goma, me hice unas lavativas por el ano, saqué toda el agua y repetí la operación hasta que ya no salía nada sucio. Me dije a mí mismo que estaba para comenzar de nuevo, porque sentí algo de hambre. De momento salí y solo comí unas cuatro o cinco uvas, hasta que volviéramos a comer.
Les conté que estaba como una seda y todo lo que había hecho en el baño, justo lo que ellos habían hecho mientras yo dormía, por eso estaba la pera en el mismo sitio, para que yo la usara si era mi deseo.
Lo que en ese momento, ya tarde, apetecía era entrar de nuevo en la piscina, ahora iluminada y charlar allí dentro mientras chapoteábamos en el agua. Nos desplazamos y bajamos por la escalerilla. El agua estaba cálida, pero más fresca que el exterior. Se sintió alivio de calor y al rato muy agradable. Allí estuvimos hasta que la humedad invadió nuestras manos, arrugando las yemas de los dedos. Gaspar, para hacer un chiste fácil dijo:
—”Del mismo modo se arrugan los huevos y la polla; hay que calentarla”.
Salimos de la piscina, los tres teníamos apetito ...
... de comer algo, beber y volver a nuestras orgías. Esta vez se preparaba buena, mejor que hasta el momento.
*****
Habíamos comido, habíamos bebido, habíamos hablado y Luis dijo que teníamos que dormir, porque ya era tarde. Gaspar le dijo:
—”Dormir, dormir, como la de Sancho en Barataria, no sé, pero sí, hemos de ir a la cama”.
Estaba previsto que no habría habitaciones preparadas para todos, así que nos fuimos los tres a la única que teníamos dispuesta por el propio Luis. Cama ancha, muy grande, con dosel; espaciosa, bien amueblada, empapeladas las paredes a líneas de color rosado y marrón claro con fondo crema; sin cuadros, porque supuse que el papel ya era bonita decoración; un baño completo y amplio con una enorme bañera cuadrada con hidromasaje. Me extrañó mucho que no hubiera alfombras dado el color y material del piso. Luis explicó que había quitado y guardado las alfombras para que no las ensuciáramos; advirtiendo:
—”Ya sabéis de qué”.
Entendimos y le confiamos que había hecho bien. Luis trajo a la habitación una botella de Cardhu de 15 años. Luis quería que nos calentáramos de verdad por dentro y por fuera. Llevaba la botella en una mano como si se tratara de una gaseosa y tres vasos asidos en la otra. Elevó los vasos y me dio la botella para que sirviera en los tres vasos. Lo hice, aunque hubiera preferido bourbon, pero se toma lo que hay.
Con los vasos en la mano, salimos al ancho balcón de la habitación y yo me senté en el piso sobre un cojín que ...