1. Al final me descubrieron, empiezo a liberarme


    Fecha: 05/01/2025, Categorías: Gays Autor: Don Carlitos, Fuente: CuentoRelatos

    ... caricias en la zona anal, me hacen sentir diferente pues antes no había sentido estas sensaciones en tan delicada área, con un dedo bien lubricado empieza a darme masajes circulares en los alrededores del orificio, tengo que aguantar las ganas de decirle, por favor méteme ese dedo, inmediatamente se dirige a mis muslos, sus manos abarcan gran parte de mis gruesas piernas, entonces ahora empiezo a sentir un cierto dolor a lo largo de las piernas como consecuencia del pedaleo y del sensual masaje.
    
    El dolor que se hace presente hace que recoja mis piernas, mi rodilla derecha toca involuntariamente el ombligo de Pedro, espero que se retire pero no lo hace, al parecer eso es exactamente lo que estaba buscando, luego de dos o tres masajes en mis muslos Pedro se coloca justo a la altura de mi mano derecha la entonces puedo sentir que su cuerpo está muy cerca al mío, puedo sentir el roce de su humanidad con mi mano derecha, hago un movimiento muy lento para que parezca involuntario y lo que puedo sentir en mi mano es el pene de mi masajista, lo siento a media erección, grueso, su tamaño normal.
    
    Tanto Pedro como yo no pronunciamos palabra alguna, sus manos recorren de arriba abajo por el largo de mi pierna derecha, yo sigo agarrado ese hermoso pene, sin mover mi mano ni hacer presión para evitar que se salga de mi mano, el masaje es intenso, duro, a veces un tanto doloroso, pero cada vez siento que los dolores musculares van cediendo y la excitación va en aumento.
    
    Detiene ...
    ... el masaje para cambiar de posición y empezar a masajear mi pierna izquierda, ocupa la misma posición pero esta vez se ubica a mi lado izquierdo y lo único que ha cambiado es que ahora su herramienta se encuentra fuera del pantalón facilitando mi labor con mi mano izquierda y por supuesto la excitación de Pedro ya se puede sentir en toda la magnitud, sus prodigiosas manos recorren toda mi pierna izquierda incluso llegan a topar y hurgar en mi culito, cosa que me lleva al cielo, no suelto para nada lo que agarra mi mano izquierda, continua así por varios minutos y nuestra arrechera está en su máxima expresión.
    
    Caballero hemos terminado el masaje posterior, ahora es necesario que se tienda boca arriba para continuar con los frotaciones frontales, al voltearme por fin logro liberar la herramienta de mi propio peso, la erección está al máximo, Pedro me consuela indicándome que no soy el primer cliente que sufre una erección cuando se realiza un masaje. Una vez boca arriba Pedro no se mueve del sitio, su pene queda a mi alcance, es un pene muy normal, unos 14 cm de largo y un tanto grueso para su largo, comienza a pasar su mano impregnada de aceite sobre mi pecho, se detiene en mis tetillas lo que hace que mi pene se mueva y mi culito empiece a palpitar, baja sus manos hasta mi zona púbica empezando a darme masajes alrededor del pene, no lo topa seguramente para que no se ponga aceitoso.
    
    Con la maestría propia de un experto, recorre mis piernas, llega a las partes íntimas, ...