1. Al final me descubrieron, empiezo a liberarme


    Fecha: 05/01/2025, Categorías: Gays Autor: Don Carlitos, Fuente: CuentoRelatos

    ... rincón de la casa, en este sitio las ventanas dan al patio interior con eso si es necesario prender las luces, los vecinos no se van a enterar de nuestra presencia, a pesar de que la casa se encuentra vacía noto que quedan algunos muebles como una amplia banca y un ropero vertical, al parecer se olvidaron pues se trata del último cuarto. Ayudo a armar la camilla la misma que ha sido diseñada para armarse y desarmarse con facilidad. Por alguna razón que no logro entender Pedro ubica la camilla a un costado de la pared norte de la habitación, definitivamente me quedo con la intriga, veo que coloca unas 7 velas perfumadas alrededor de la camilla, pregunto el porqué de las velas y me dice que el aroma que desprenden estas velas sirve para lograr una mejor relajación y con ello un mejor resultado de su masaje, personalmente pienso que tan solo trata de darle un ambiente más romántico a la sesión de masajes.
    
    Tiende una hermosa sabana bordada con un extraño logotipo sobre la camilla, me invita a subirme a la misma, procedo a desvestirme, primero mis zapatos los acomodo con dirección a la puerta, luego mis calcetines, me sonrojo pues uno de ellos llevan un pequeño agujero, los doblo y los introduzco en cada zapato, me retiro el pullover, luego el pantalón, me desabotono lentamente los 7 u 8 botones de la camisa blanca, me la retiro y me quedo en calzoncillo, todo este ritual lo hago al mismo tiempo que Pedro procede a quitarse su saco y colocarse un impecable mandil que lleva ...
    ... bordado el mismo logotipo que la sabana celeste. Colocamos el vestuario en el perchero vertical quedando todo ordenado y limpio.
    
    Una vez que estoy tendido boca abajo en la camilla, Pedro empieza una especie de ceremonia y procede a encender las siete velas, al instante puedo percibir una extraña fragancia que no logro descifrar su origen, me huele a Jazmín del Oriente. Escucho que Pedro restriega entre sus manos un aceite que empieza a frotarme muy lentamente por mi espalda, hombros, se detiene en la columna, el dorso superior, poco a poco me voy relajando y aceptando que estoy en contacto con un hombre que sabe hacer bien su trabajo.
    
    Sus masajes llegan a la cintura muy cerca de mis nalgas, entonces de una manera muy sutil y agradable me dice que evitemos que se manche la única prenda que llevo puesto; es mejor retirarla, Pedro me ayuda en esta labor y de reojo miro que se encuentra humedecida por líquido pre seminal, me sonrojo sin ser visto por mi amigo. Se coloca más aceite en sus manos, calentándolo antes de entrar en contacto con mi cuerpo, con sus manos topa mi nalga derecha y luego la izquierda, las aprieta de tal manera que siento alivio luego de la larga pedaleada del fin de semana, su codo pasa magistralmente por medio de las tapas de mi culito, aplasta deliciosamente mis nalgas y pienso que sin querer toca mi agujero anal, lo que produce un estremecimiento en mi desnudo cuerpo, no puedo disimular y Pedro me dice tranquilo amigo no pasa nada.
    
    Siguen las ...
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