Moteros cariñosos
Fecha: 15/01/2024,
Categorías:
Gays
Autor: Einar Cano, Fuente: CuentoRelatos
... vamos?
- Por mi sí – dije - ¿Dónde vamos?
- ¿Al apartamento? Allí tenemos de todo. – Fabián me miraba esperando mi respuesta.
- Claro, la moto la tengo ahí abajo, ¿está muy lejos?
- Vamos, nosotros tenemos ahí enfrente las nuestras, ve a por ella y te esperamos.
Cuando llegué a donde estaban ambos alabaron mi moto pero la de Fabián era la ostia, una Harley Electra Glide preciosa, impecable, en cuanto la vi me enamoró, pensaba disfrutar de mi Intruder pero tenía que tener una como esa.
- Ponte cómodo.
El apartamento era muy coqueto, con dos dormitorios y un cuarto de baño, una cocina con barra americana y un salón con un sofá, dos sillones y una mesa de comedor con cuatro sillas, la terraza tenía vistas al mar.
- ¿Que me ponga cómodo? – Paco había entrado en la cocina.
- Sí, como yo, siempre andamos así por el piso.
Fabián se había quitado la camiseta, estaba entrado en carnes, unas hermosas tetas con unos pezones gruesos y areolas grandes y oscuras, una barriga prominente y vello en el pecho y el vientre, se quitó también el pantalón y las botas quedando en pelotas excepto por los calcetines, tenía una hermosa polla, calculo que del tamaño de la mía, unos dieciséis centímetros en plena erección aunque la tenía flácida en esos instantes, sus huevos eran grandes y recogidos, se sentó en uno de los sillones y de una caja plateada que había en la mesita de centro sacó los materiales y se puso a liar un pitillo de maría.
- En fin, donde fueres, ...
... haz lo que vieres.
Fabián me miraba de reojo mientras me quitaba la ropa, en pocos instantes quedé completamente desnudo.
- Fiuuuiiii – silbó – Paco tenía razón, no solo eres guapo, también estás muy bueno, y todo depiladito.
- ¿No te lo dije?
En ese momento llegaba Paco, también como su madre lo trajo al mundo, traía una cubitera llena de hielo con dos botellas, una de vodka y la otra de Jack’s Daniel’s y tres vasos bajos.
- Toma maricón – me sirvió una generosa ración en un vaso – era Belvedere ¿no?, me ha costado la misma vida encontrarlo.
- Gracias, se que es difícil de encontrar pero es de lo mejor.
- Toma prenda – llenó los otros dos de Jack’s y le pasó uno a Fabián.
- Gracias cabrón.
Se sentó junto a mí en el sofá, su compañero encendió el pitillo y nos lo fuimos pasando.
- Cierra los ojos – Paco me miraba con aire divertido.
- ¿Para qué?
- Ciérralos joder.
Hice lo que me pedía, oí la cubitera cuando cogió algo, noté sus labios fríos en mi cuello levemente, un beso tierno que me hizo estremecer, todo mi cuerpo se erizó, luego continuó recorriendo mi cuello con cortas lamidas hasta llegar a mi boca, pasó por mis labios el cubito de hielo y me besó, se había metido el cubito en la boca y lo pasó a la mía, jugamos con el con nuestras lenguas hasta que se derritió.
Tomó un nuevo cubito de hielo, lo deslizó desde mis labios, bajando por el cuello hasta el pecho, su lengua seguía el mismo recorrido arrancándome gemidos de placer y ...