Una madura con ganas
Fecha: 29/12/2023,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: femerba, Fuente: CuentoRelatos
... acá. Y, diciendo y haciendo, caminamos hasta un bar situado en la esquina de la misma calle. Todo está cerca por acá. Negocio es negocio, brother, dijo el hombre. Nos acomodamos en la barra del lugar y cada quien pidió lo que le apeteció. Ella, muy conservadora, un café, porque tenía frio; Kevin, que así se llamaba el hombre, pidió un aguardiente, y yo pedí un vodka con jugo de naranja. Y allí, instalados, charlamos un rato mientras esperábamos turno para disponer de un cuarto.
¿Ustedes se conocen? Pregunté. No, dijo ella. Y él, movió su cabeza de un lado a otro, confirmando que tampoco. Entonces, ¿Qué pasó? Indagué, mirándole a él. No sé, dijo. Ella me preguntó sí me gustaría pasar un rato agradable y me mostró que está desnuda debajo de ese abrigo. Y, no dudé. Le dije que sí. Y ¿qué te resolvió? Insistí. ¿Acaso no esperabas o buscabas a alguien? La verdad, no, respondió. Vivo por acá cerca y, cuando voy de camino a mi residencia, acostumbro a cruzar por acá y curiosear, ver gente y distraerme con el ambiente. Y, hoy es sábado, y, la verdad, andaba desprogramado, de modo que la señora me salvó la noche. Bien vale la pena la aventura.
¿Y tú? Pregunté mirándola a ella. ¿Cuál fue el revulsivo? Nada raro. Nos miramos y sentí algo. No sé. Algo me dijo que había algo en él y, pues, no quise dejar pasar la oportunidad. Por eso me fui tras de él. Pero no hay secreto. Creo que nos podemos entender y la podemos pasar bien. ¿Y qué piensa usted? Que sí, dijo. Creo que nos la ...
... podemos llevar bien y pasar un rato bien rico. ¿Y qué es un rato bien rico? Repliqué. Bueno, no sé, entiendo que ella quisiera tener sexo conmigo, y si es así, pienso que la podemos pasar bien, me respondió mirándola a ella. Y yo, afirmó ella, generalmente no me equivoco. Creo que la podemos pasar bien. Bueno, concluí, entonces esperemos la llamada.
No tardó. El teléfono sonó casi que de inmediato. Ya tenemos cuarto disponible dijo una voz al otro lado de la línea, Gracias, contesté, ya vamos para allá. Así que emprendimos el recorrido. Ella tomó la iniciativa y caminó delante de nosotros, quienes la seguimos sin remedio. En ese trayecto Kevin me pregunta: ¿Alguna recomendación? Qué puedo decirle, contesté. Si vas a follarte a mi esposa, muéstrale respeto, sedúcela, muéstrale pasión, valora que está deseando una aventura excitante y cógetela bien. Es todo. Bien, dijo él. Ella llegó a la recepción, se anunció y recibió la llave de la habitación. Cuarto piso, nos dijo. Todavía falta camino por recorrer. Y, siguiéndola, continuamos escaleras arriba hasta llegar a nuestro ansiado destino. Abrió la puerta y entró sin detenerse. Y nosotros, detrás de ella.
El cuarto estaba decorado eróticamente, muchos espejos, luces tenues intermitentes, tipo discoteca, y una pequeña tarima para práctica de pole dance. Al fondo, claro está, una cama grande, espejo en el techo. Y además un baño con jacuzzi. Mejor dicho, la súper habitación. Ella, entonces, se colocó sobre la tarima, abrió su ...