Relatos eróticos esposos cómplices cap 66 - Relatos Eróticos

Relatos eróticos esposos cómplices cap 66

... de ése mundo.

Al final quedamos en darnos gusto en cualquier deseo sexual pero siendo muy precavidos y todo planeado entre ambos, pero si hubiera alguna inquietud por alguno de los dos en usar drogas iniciamos de inmediato los trámites del divorcio.

Así fué que entre noches planeamos como haríamos para lograr que el negro me cache pero que Miguel nos vea sin despertar sospechas y hacerlo candidamente.

Según lo planeado una noche a éso de la 1 AM le toque la puerta al negro para que me ayude a leer un recetario con letras muy pequeñas. Abrió su puerta mostrando un short cortito en dónde se notaba el bulto que yo disimuladamente miraba y trataba de ponerlo en un buen ángulo para Miguel también lo viera. A veces yo me volteaba para que observe mejor mi culo parado que mostraba mi short ajustado.

Mientras leía también le pregunté si no le aburría la soledad, me contestó que tiene muchos años sólo y a veces extraña una compañera pero yá aprendió  a controlarse.

Le ofrecí también el patio por si quisiera respirar aire fresco  y la cocina por si quisiera calentarse algo.

Agradeciéndole regresé a mi habitación y Miguel me comentó que ése bulto era muy notorio y que cuando yo me volteaba, él miraba mi culo y se sobaba la verga.

Entre noches nos encontramos los tres en el patio, conversamos un rato y Miguel se disculpaba para irse a descansar y nuestras conversaciones fueron noche tras noche más frecuentes y yo trataba en todo momento de seducirlo discretamente ...

... para que su interés hacia mí aumentara, por eso me sentaba al frente  mostrando mis piernas y quebrando mi cuerpo cuando caminaba logrando que en su calentura me confiese cosas más íntimas a lo que yo me sonrojaba diciendo siempre un Ohhh y en ése estado se iba a su cuarto a correrse la paja.

 Fueron tantas confesiones cada noche hasta que le hice un comentario atrevido para notar su reacción.  Señor por lo que me cuenta usted es  un hombre muy recorrido y posiblemente ya no pueda cumplirle a una mujer. Volteó y mirándome pícaramente me respondió, señora soy un hombre cumplidor y dándose la vuelta tratando de mostrar su paquete sonrió igual que yo y nos despedimos para irnos a descansar.

Como en cada noche con Miguel lo esperamos para que después de verlo en paja nosotros en su nombre  darnos como siempre un par de polvos. 

Observamos que estaba perdiendo la cabeza por mi y antes que me viole decidimos dar un paso más en ésta aventura, pero sería la  del punto de quiebre en que teníamos que tener mucho cuidado para que no piense que soy una puta y no sospeche que mi esposo está enterado.

Así que una noche me subí a una banca y sujetando una lámpara llamé al negro pidiéndole ayuda ya que Miguel se encontraba dónde sus padres y le pedí por favor que  mientras yo la sostenía pusiera él los pernos y para eso tuvo que ponerse atrás mío, al primer toque de su pelvis me alejé pero poco a poco lo tenía más pegado a mí sintiendo su verga y terminando me pidió disculpas al ...