1. Loco por ti


    Fecha: 31/07/2017, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Diego Alatriste, Fuente: CuentoRelatos

    ... Mantenía mis sentidos en tensión, pendientes algo que delatara la presencia de alguna persona, pero no percibía nada. Estaba completamente solo. Apenas podía controlar los nervios, el corazón amenazaba ya con romperme el pecho cuando por fin me decidí. Conté hasta tres y en dos saltos, como una sombra en la propia noche, me filtré en tu casa por la puerta entreabierta. Una vez dentro, respiré más tranquilo. Al levantar los ojos vi que el cuerpo que más deseaba se me acercaba de puntillas, sin hacer ruido. En aquella penumbra, no podía ver con claridad tu cara. La luz de la cocina, a tus espaldas, me lo impedía. Sin embargo, adivinaba tu silueta.
    
    Te abracé con ternura y firmeza a la vez. Mis manos se abrieron en tu espalda para ir fundiéndote contra mi pecho. Te notaba tensa, pero mis besos fueron relajándote. Cada poro de mi cuerpo sentía tu cercanía. Besé tu boca mientras te decía lo mucho que te quiero. Me bebí tu risa gota a gota. Mis manos se deslizaban en tu espalda hasta cogerte por las caderas y pegarte a mí apretando suavemente. Movía las caderas muy despacio, quería sentir la tierna redondez de tu pubis rozarse con mi pene. Mis dedos te apretaban y seguía besándote. Tenías los ojos cerrados y repetías mi nombre tan despacio, que a veces se quedaba pegado en tus labios, sin salir al aire. Adelanté una pierna hasta que se abrió paso entre las tuyas. Notaba la calidez de tus muslos apretando a la vez que tus caderas iniciaban un leve movimiento. Mi boca corría tu ...
    ... cuello en busca de los senos.
    
    Nos acercamos al sofá y allí te recostaste. Un sujetador blanco separaba tus pechos de mi boca. Besé la tela hasta que los pezones se te marcaron redondos y duros como dos fresas. Los pellizqué con los labios mientras te desabrochaba el sujetador. Mi lengua te recorría. Cogía tus pechos con mis manos y me los llevaba a la boca para chuparlos y morderlos con mis labios, las manos me ayudaban a darte placer acariciando tus senos, tus costados y tu vientre.
    
    Mi lengua rozaba tu vientre para notar sus leves contracciones. De nuevo se dirigió hacia tus pechos disfrutando de cada poro de tu piel hasta tropezar con un pezón. Lo dibujé con la lengua y lo chupé, llevaba mi lengua a lo más bajo de tu pecho para subir una y otra vez a la cima de fresa y morderla. Amasaba tus pechos. Poco a poco fui bajando por tu vientre que se elevaba para ofrecerme su parte inferior. Mis manos ya acariciaban el interior de tus piernas hasta llegar a rozar tu sexo.
    
    Mi boca marcaba el delicioso camino de la parte interior de tus muslos, desde las rodillas hasta las ingles. Me acomodé de rodillas para el banquete y metí la cabeza entre tus piernas. Separé los labios con la lengua hasta que el clítoris me pidió que lo mamara. Mi boca frotaba tu abertura confundiéndose con ella. Una y otra vez te lamía. Intentaba penetrarte con la lengua. Con los ojos entreabiertos jadeabas y arqueabas la espalda para ofrecerte mejor. Mis dedos recorrían tus costados y tus pechos. ...