1. Loco por ti


    Fecha: 31/07/2017, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Diego Alatriste, Fuente: CuentoRelatos

    ... otro lo pasó por un ojal que había hecho en una punta del alambre. Esperó con los artes oculto hasta que el ventilador del aire acondicionado de la habitación de Ana se paró. ¡Ahora! Cruzó la carretera y pegó su espalda a la fachada de la casa para confundirse con la sombra de la fachada. Acompasó la respiración. Había calculado que el ventilador volvería a ponerse en marcha en unos tres minutos. Dio al alambre la forma de una gran curva y con bastante dificultad y sin hacer ruido, logró pasar el alambre por las barras de protección del ventilador. Una vez enhebrado en su destino, ya todo consistía en tirar del alambre y luego de la cuerda hasta que la botella quedase albergada en el interior de la máquina, junto a las hélices del ventilador. Tiró fuerte de la cuerda hasta romperla por donde la había atado para así no dejar rastro del sabotaje.
    
    Volvió de nuevo a su escondite y esperó hasta que el ventilador volvió a ponerse en marcha. Efectivamente, cuando las aspas golpearon a gran velocidad el plástico, le pareció que todo a su alrededor se hundía. Diego agachó un poco la cabeza como temiendo que algo se le cayera encima. Me he pasado un poco en el volumen, dijo en voz baja. Al instante salió Ana atándose el cinturón el camisón. Muy nerviosa, pero preciosa. Miró el aparato y volvió a entrar para desconectalo. Afortunadamente aquél estrépito se hizo paulatinamente más silencioso hasta que definitivamente paró. Ana volvió a salir y contempló abatida las últimas vueltas ...
    ... de la máquina antes de volver a entrar en la habitación.
    
    Está sola, ¡bien! Pensó saliendo de su escondite. Dejó que pasaran unos minutos, tomó el teléfono móvil y marcó el número que atesoraba en su memoria. El mismo que deseaba ver en la pantalla de móvil cada vez que este sonaba.
    
    - ¿Por qué me llamas? Respondió Ana muy enojada, pero sin alzar la voz.
    
    - He pensado que como estabas sola…
    
    - ¿Y quién te ha dicho a ti que estoy sola?
    
    - Un pajarillo.
    
    - He pasado un susto de muerte. Estaba casi dormida y de repente se ha oído un ruido fuerte. Pensé que era un coche averiado que pasada por la carretera, pero cuando he salido al balcón he visto que era del aire y lo he quitado.
    
    - Algo que se habrá atascado en la hélice.
    
    - ¿No habrás sido capaz ?
    
    - ¿Quieres que te lo cuente todo despacio? Su voz se volvió cálida.
    
    - Sabes que no puede ser.
    
    - Déjame solo esta noche, te necesito.
    
    - Es lo que más me gustaría. Su voz se contagió de ternura. Pero no puede ser… podemos hablar un rato por teléfono.
    
    - Estoy en la calle y tengo frío. Deja la puerta abierta y espérame.
    
    - Nos van a coger.
    
    - Tranquila, confía en mí. Esperaré hasta que me asegure que no me ve nadie.
    
    - Estás loco.
    
    - Loco por ti. Espérame unos minutos.
    
    - Ten cuidado.
    
    - Hasta ahora.
    
    Volví de nuevo frente a tu casa, tras el coche que ya se había convertido en mi cuartel general. Serían las doce y a esa hora ya no se veía un alma. Las luces de las casas estaban todas apagadas. ...