Mi primera mamada - Relatos Eróticos

Mi primera mamada

... que pude.
-Ahora si, me las voy a cojer, sobate los pezones con los dedos mientras de cojo para que me saques la leche más rápido, ya quiero embarrartela en las tetas.
Se puso enfrente de mi, como soy muy baja sentada le quedaba perfecta la altura de mis tetas con su verga. La metió en el huequito que quedaba en medio de mis tetas mientras les escupía y empezó a frotarse en mi, me escupió muchas veces en las tetas.
- Me encantan tus melones, Tania. Ahorita que te las llene de leche vas a ver cuanto me encantan. Me los podría cojer todos los días. Tocate los pezones, puta. Ponme la riata más gorda.
No dejo ni un momento de frotarse en mis pezones. Me empezó a jalar el pelo mientras me decía que era su puta tetona y con un gemido largo le brotó la leche, embarrados en medio de mis tetas, empezó a repartirla por mis pezones, cuando le acabo de salir la leche, me dijo:
- Tus tetotas me sacaron la leche, te toca limpiarla, chupala hasta que ya no tenga leche. 
Así lo hice, le pase la lengua por toda la verga despacito, cuando acabe, me jalo del cabello.
-De nada, cuando quieras leche, me dices. Aquí siempre voy a tener leche y verga para tus tetas y esa boquita. Ahora deja te tomó una foto. No te voy a tomar de la cara, solo de tus tetas con mi leche. Te lo ganaste por chupar tan rico.
Me tomo la foto, incluso me enseñó que no salía mi cara. Me dijo adiós y salió del baño. 
Me quedé un rato sentada, sin blusa, con las tetas llenas de leche sin saber que hacer. Después me dio hambre, me vestí y me fui a casa.
En todo el resto del año Joaquin no volvió a intentar hablar conmigo, solo me veía de lejos. Tenía una sensación extraña cuando lo hacía. 
No volví a hablar con él hasta que cumplí los 18, pero esa es otra historia.