El auditor
A mitad de una mañana en mi oficina, muy tranquila, aparece por allí mi asistente acompañada de un joven alto y elegante el cual me presenta a la vez que me informa que este señor venia a realizar una auditoria y con fines de inventario de los equipos que teníamos en el almacén, esto ordenado por nuestro presidente de empresa.
Ni siquiera por lo guapo que lucia el auditor, conseguí aplacar la rabia que se desató en mi ya que esto no estaba en mis planes para aquel viernes.
¡Que rabia!_ me dije, ya que había estado haciendo planes con mis amigas para luego que saliera de la oficina, y el comenzar un trabajo de este tipo a tan pocas horas de la salida, pues era obvio que no saldría a la hora acostumbrada.
Bueno pero ni modo; donde manda capitán no manda soldado. Me dije con resignación y tras telefonear a mis amigas para suspender nuestro encuentro de ese día, me dirijo con el joven hacia el almacén principal.
Allí estaban los equipos tales como PC, maquinas de mantenimientos, centrales telefónicas, equipos de sonidos, etc. y a todos debíamos tomarle los datos de serie, modelo y ano en que se compro redacto un informe donde explicara todo esto además de especificar si estaba en uso o no, o si lo había estado.
Bueno un sin fin de detalles y ya me estaba fastidiando cuando íbamos más o menos por el quinto artefacto examinado en el almacén.
Vi la hora y entendí todo; era el hambre que me tenia de mal humor porque ya pasaban de las dos de la tarde ...
... y yo almuerzo a rayando la una.
Le pedí que hiciéramos un pausa para ir a comer porque me estaba muriendo de hambre y este me invitó a un restaurante muy cercano a la oficina y acepté.
Durante la comida terminamos conociéndonos más aunque solo conversamos cosas del trabajo tales como el tiempo que llevaba cada cual realizando esa labor, los salarios que recibíamos, los beneficios que nos habían dado las empresas…en fin cosas de las que uno habla y critica referente al trabajo.
Hicimos bromas acerca de nuestros jefes, nos reímos, ect… pero en una ocasión él se pone muy serio y me dice que ya que nos habíamos contado tantas cosas del trabajo que a él le gustaría hacerme una pregunta y que era personal.
Les juro me cayó por sorpresa el que dijera esto y aquella expresión enigmática que cubrió su rostro al poner esta conversación ya que no creí que pudiera llamarle la atención como mujer puesto que en todo momento mantuvo una posición educada y muy profesional.
Sin embargo esos ojos oscuros bajo aquel cabello rizado me estaban diciendo que pretendía algo más que organizar mi inventario.
Bueno y el auditor me pregunta que si era casada, le dije que no que es la verdad y que vivía sola.
EL me contó que estaba casado y que tenia 2 hijos. Y entonces dijo que le sorprendía que una mujer joven y atractiva como yo estuviera sola.
A lo que respondo que así son las injusticias de la vida y el dice que no es solo una injusticia sino más bien un pecado mortal, para ...