... piso, lejos de miradas indiscretas, con 2 habitaciones amplias, y una terraza con un gran Jacuzzi, con vistas al mar. Estaba genial para nuestro plan. Nos encargamos de que hubiera bastante bebida, y sobre todo, champán, la criptonita de mi hermana.
Pasamos media tarde en la playa, hablando y riendo, nos duchamos y salimos a cenar. Mi nena, llevaba un vestido muy ajustado, largo, pero con una gran abertura lateral, que dejaba poca pierna a la imaginación. El escote, bastante pronunciado también, dejaba bastante pecho a la vista, realzados por el sujetador push-up, que realmente, no le hacía mucha falta.
Miriam, opto por una corta minifalda y una ajustada camiseta de tirantes bajo una cazadora vaquera muy entallada, que al quitarse en la mesa, dejo claramente ver que no llevaba sujetador, sus pezones marcados a través de la licra, la delataron. María se sentó frente a Fran, que paso toda la noche mirándole el escote, ya después de una botella de vino, sin cortarse. Yo, con Miriam enfrente, solo tenía ojos para las suyas, y aquellos pezones amenazando rasgar la tela que los cubría.
Terminamos la cena y fuimos al apartamento, con la idea de probar el jacuzzi.
María, tomó la iniciativa.
Chicos, que, un jacuzzi y champan???
SIII dijo Miriam, ya algo chispa. Champan!!!!!
María dijo pícaramente:
Una sola regla, y dejo caer el vestido, dejando su ropa interior a la vista. El sujetador a juego con el minúsculo tanga, dejo a Fran embobado
Y cuando se lo quitó todo, este ya ...
... no sabía lo que hacer. María, totalmente depilada, morena, con solo una minúscula marca del bikini, y aquellas tetas que me volvían loco, era como una diosa.
Vaya! Dijo Miriam, sin quitarle ojo tampoco. Estas tremenda, cuñada
Tu hermano, que me tiene bien servida y en forma. No veas lo que me hace sudar, dijo María con una picara sonrisa, mientras le guiñaba un ojo
Todos en bolas al agua, os espero. Y se metió dentro
Fran ya iba con los calzoncillos en los tobillos detrás de Maria.
Miriam, me miro mientras se quitaba la camiseta y dejaba caer su falda.
Más pecho que María, pezones erguidos como piedras, piercing en el ombligo y vello púbico muy rasurado, con un pequeño hilo estilo brasileño.
Ya puedes ver lo que llevas imaginado toda la noche, me dijo, mientras la seguía a la terraza.
Dentro del agua, Miriam, para mi asombro, se a cerco a María diciendo:
Puedo tocarte las tetas? Se ven tan duras y redondas…
Claro, respondió María
Miriam comenzó a tocárselas, pellizcando los pezones
UHMM suspiró Maria, fundiéndose en un beso en la boca de mi hermana, que la pillo por sorpresa, pero se dejó hacer.
Fran me miró, como pidiendo mi aprobación, a lo que asentí con la cabeza
Automáticamente se puso al lado de María, y empezó a tocarle tímidamente una teta, el pezón, hasta que se fue envalentonando, y deslizó una mano por su vientre, bajo el agua.
María echó la cabeza hacia atrás y jadeo con más fuerza. Le estaban metiendo mano, y masturbando el clítoris. Me acerque a ...