Espiando al magrebí.
Fecha: 06/12/2022,
Categorías:
Gays
Tus Relatos
Autor: Danisampedro91, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... quien le iba meter toda aquella verga que el magrebí calzaba y por lo que estaba palpando, aquello era inmenso. Menos mal que yo aquel día ya había bajado preparado, ya solía ser costumbre mía, pues solía bajar lavadito, lubricado y la mayoría de las veces con el culito ya bien dilatado, pues desde hacía tiempo que mientras me duchaba, me solía introducir por el culo a modo de consolador, un viejo y grande destornillador que tenía era un destornillador de madera cuyo mango mediría unos 15 centímetros y era bastante grueso. Solía colocarlo entre los listones del banquito que tenía en el baño, quedando este con el mango mirando al techo, allí era donde poco a poco me lo iba introduciendo ayudado por el jabón el cual usaba a modo de lubricante, quedándome sentado con el mango de aquel destornillador introducido por completo dentro de mi culo. Así era como solía dilatarme antes de bajar al centro, solía quedarme entre 15 o 20 minutos allí sentado con aquel viejo destornillador introducido por mi agujero, hasta que ya una vez veía que podía introducírmelo sin ningún problema. Siempre solía fumarme un par de cigarrillos estando allí sentado con el destornillador introducido en mi culito. Ya no es la primera vez que no pude aguantar y terminaba teniéndome que pajear del gusto que me solía dar, eso me solía ocurrir cuando ya andaba muy caliente y no me daba aguantado.
Así que, aunque estaba algo nervioso cuando le empecé a palpar aquel tremendo bulto que se le notaba al ...
... magrebí, por las posibles dimensiones de aquel tremendo bulto que estaba pudiendo palpar con mi mano mientras él no dejaba de meterme mano, cuando de repente me dio la vuelta quedándome, mirando para él, pudiendo ver con que cara de lascivia y lujuria me estaba contemplando, mientras seguía sin decirme nada. Ahora estaba desabotonándome los botones de la camisa que llevaba puesta, la cual me quitó junto a la delgada cazadora que llevaba, dejando ambas prendas colgadas de la puerta de uno de los aseos, cosa que me sorprendió aquello que acababa de hacer el magrebí, pues era la primera vez que lo veía. Al menos aquel macho que me iba a dar por el culo, parecía que tenía algo de consideración.
Nada más dejar colgando de la puerta ambas prendas, ya se abalanzó sobre mí, apoderándose de mis erectos y hinchados pezones. Dios, los chupaba y mordía como si quisiera quitarme leche de ellos, era tanto lo que succionaba y mordía que hasta me hizo sangrar de uno de ellos, aquel macho estaba desesperado y ansioso por follarme y hacerme suyo.
Luego de cansarse de chupar y succionar mis duros y erectos pezones, fue subiendo a por mi boca la cual besó, mordió y saboreó, dejándome los labios enrojecidos e hinchados de tanto que me había besado. Me había metido su lengua saboreando toda mi boca, mientras tanto yo ayudado por él, aflojaba su correa del pantalón bajando este y dejando fuera aquella tremenda polla con la que me iba a dar por el culo y dejarme bien preñado aquella noche.
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