Espiando al magrebí.
Fecha: 06/12/2022,
Categorías:
Gays
Tus Relatos
Autor: Danisampedro91, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... estaba la puerta de entrada a los aseos de caballeros, aseos a los que ya ni se me ocurrió ir. Ni siquiera para ver si por casualidad podría haber alguien. Era mucha la excitación y calentura que llevaba.
Muerto de nervios, con el estómago encogido y el alma en un puño, me dirigí al aseo de niños que era donde estaba el magrebí, nada más entrar ya me estaba esperando en la puerta, al parecer él también estaba ansioso, pues nada más poner un pie en la entrada, ya el magrebí me agarró por el brazo para que pasara, cerrando la puerta al igual que había hecho la vez que se folló al jovencito el día que yo los estuve espiando. Por supuesto la puerta no se podía cerrar, solo se podía dejar entornada, así que cualquiera que quisiera entrar, solo tenía que empujar la puerta.
Nada más dejar la puerta arrimada, sin soltarme el brazo, llevó su otra mano a mi culito empezando a magrearlo y manosearlo, estaba muy claro quien allí era el macho y quien la hembrita, los 2 lo sabíamos y allí estábamos sabiendo cual era el papel de cada uno. Yo sabía que me iban a dar por el culo y el magrebí sabía muy bien que si yo estaba allí era para que él me diera por el culo, yo iba a ser su hembrita y el encargado de dejarme preñado aquella noche.
Me llevó al final del aseo, justo donde le había dado por el culo al jovencito cuando los estuve espiando, allí sin que me dejara dar la vuelta, mientras me seguía manoseando y magreando el culito, ya se lanzó con su boca a mi oreja y cuello, ...
... haciéndome gemir y estremecer al notar como me mordisqueaba el lóbulo de la oreja y parte del cuello, ninguno decía nada, solo se escuchaban nuestras respiraciones y jadeos que el magrebí daba, junto a los leves gemidos que empezaba a emitir yo al notar como me comía la oreja y mordisqueaba parte del cuello.
Así como me tenía, empezó a aflojarme la correa del pantalón y cuando me quise dar cuenta, ya tenía la correa aflojada y me estaba bajando el pantalón junto al slip sin dejarme de morder la oreja y cuello. Cuando ya me hubo bajado el pantalón y slip, con una mano acariciaba los cachetes de mi culito, mientras con la otra mano acariciaba mis genitales y polla, comprobando lo caliente y empalmado que yo ya estaba. Fue subiendo la mano por mi vientre y abdomen, hasta que llegó a mis pequeñas tetillas, allí empezó a acariciar los duros y excitados pezones, primero los acarició pasando alrededor sus dedos para luego pellizcarlos a la vez que los retorcía con sus dedos.
Yo gemía notando como aquel magrebí me manoseaba todo el cuerpo mientras me iba despelotando, estaba nervioso y con mi mano echándola hacia atrás, trataba de tocar el bulto que el magrebí tenía en medio de las piernas, Bufff, aquello se podía notar que era inmenso. Yo ya sabía que el magrebí tenía una buena verga, lo poco que le pude apreciar el día que los había estado espiando, ya vi que se gastaba una buena macana, y ahora que la estaba palpando, me hacía estremecer todo el cuerpo, ahora era a mi a ...