... dijiste que solo la puntita y ya eh.
-Sí yo te prometo que solo será la puntita.
Temblando de nervio me senté en el lobby a esperar que Jorge pidiera una habitación y pagara el alquiler.
Con la llave en mano y con una gran sonrisa en su rostro que reflejaba emoción, me tomó del brazo para llevarme a la habitación, subimos por las escaleras hasta el tercer piso, me tomó de la cintura y me besaba la mejilla y mi oreja para tratar de des tensarme.
Abrió la puerta y continuó con los besos, yo le dije que tenía que pasar al baño. Fui casi corriendo, ahí traté de limpiar lo más que pude la humedad de mi rajita, incluso oriné para que se limpiara con mi propia orina, luego me arreglé un poco y me eché mucho perfume, me tomé unos segundos para tomar valor y finalmente salí del baño muerta de nervios por mi primer encuentro íntimo con un hombre.
Jorge ya se había quitado los zapatos y su camisa, estaba acostado en la cama esperándome y viendo en la televisión un programa porno donde un negro con tremenda verga se follaba a una mujer rubia y muy flaquita casi como yo. Eso me asustó y le dije que pusiera otro programa. Jorge le cambió pero en los otros canales también había porno, entonces le dejó a uno en donde el pene del hombre no era tan grande como la del negro.
Jorge se levantó de la cama y me abrazó por la espalda besándome en el cuello. Nuevamente sentí su pene en mí, esta vez entre mis nalgas. Una de sus manos se metió bajo mi blusa para manosear mis pequeños senos, la ...
... otra mano tomó mi falda para levantarla y descubrir mi calzón rojo para luego sobar mi rajita.
La temperatura subió rápidamente en los dos, una descarga de mis jugos salieron para empapar aún más mi calzón, mientras que yo sentía su pene entre mis nalgas crecer y crecer y a moverse de arriba a abajo para darse placer con mi trasero.
Luego, Jorge me volteo para quedar frente a él, me beso y me dijo que le quitara su pantalón, con movimientos torpes yo me dispuse a hacerlo pero ni siquiera supe cómo desabrochar el cinturón, por lo que fue él quien lo desabrochó. Por fin atiné en desabrocharle el botón y bajarle la cremallera, me emocionaba ver cómo su pene parecía salirse sola por lo erecta que estaba, y solo era detenido por la tela del bóxer que lo cubría.
Tomé el pantalón y se lo bajé hasta el piso, me excitó mucho ver cómo se veía un enorme y alargado bulto dentro de su bóxer, apuntaba hacia arriba y casi lograba asomarse por lo largo que era. Ansiosa, bajé de golpe el bóxer y tremendo susto me llevé, era mucho más grande de lo que me había imaginado, era incluso más grande que la del actor de la película porno que estaba en la televisión, aunque un poco más chica que la del negro de la otra película, aún así para mí era enorme, como de unos 20 cm.
Del susto yo me separé, era la primera vez que veía un pene de un hombre adulto, yo solo había visto el pequeño pene de mi hermanito de cinco años, por lo que esta verga se me hacía una verdadera monstruosidad que apuntaba ...