1. Leo


    Fecha: 20/08/2018, Categorías: Hetero Autor: dont343, Fuente: CuentoRelatos

    ... ¿tu?
    
    - ¡Uy! creo que a lo peor te resulto algo mayor; tengo 43… pero ya ves que me veo bastante joven todavía ¿verdad?
    
    - ¡Si, si! nadie lo diría ¡de verdad!
    
    Y es absolutamente cierto, no sé porqué, pero la naturaleza me ha dado un aspecto juvenil que no va acorde con mi edad (todos se sorprenden cuando la digo) y siempre tengo que mostrar mi tarjeta de identidad, para que me crean.
    
    - Yo si te creo y además, ¡eso que importa!…
    
    - Me gustaría que nos conociéramos ¿tienes algo que hacer ahora? podíamos charlar un rato, ¡si quieres! pero antes tengo que comprar algo.
    
    - ¡Vale! solo tengo dos horas para comer, luego tengo que seguir con mi tarea ¿te espero en mi casa?
    
    - ¡Ok!
    
    - Primera planta - Rojo
    
    He entrado a comer un tanto confuso y algo nervioso; todavía no se bien que ha sido eso, pero le he invitado a venir a casa para charlar un rato con él. Me he mirado en el espejo y ¡la verdad! tengo una pinta desastrosa, así que, me tengo que adecentar un poco antes de que llegue. Aunque, no puedo perder mucho tiempo. Miro el reloj y pienso en la posibilidad de que se quede a comer conmigo; creo que le pediré la tarde libre al encargado.
    
    YO
    
    No llegaron a veinte minutos los que tardé en estar llamando a su puerta, después de dejar el mensaje.
    
    Se había quitado las gafas para arreglarse un poco y se notaba que todavía no había tenido tiempo para secarse bien; me abrió la puerta en calzoncillos y con una toalla en las manos y el pelo revuelto y ...
    ... húmedo.
    
    Me pareció tremendamente atractivo y muy varonil. Me gustaba mucho y nada mas entrar se lo hice notar.
    
    - Creo que deberías hacer algo con esas gafas, le dije; señalando las gafas que estaban sobre la mesita de la entrada. No te favorecen en nada ¿te ayudo a secarte el pelo? te queda muy bien así, revuelto.
    
    ANTON…
    
    Después de oír lo que me ha dicho, no he podido evitar animarme y provocarle; y le he dejado secarme la cabeza. Me ha pillado en calzoncillos; unos blancos que me compré ayer y que me acabo de poner.
    
    - Me estoy dando cuenta que todavía no se como te llamas; yo me llamo Antón
    
    - ¡Ah! me llamo Leo. ¡Si claro!, todavía no me había presentado.
    
    YO…
    
    Lo tengo muy cerca preparando la mesa para comer y no sé porqué, pero no se ha puesto nada encima. Espero que no lo haga, porque estoy en la gloria viéndole trajinar, así como está
    
    - Por cierto, ¿vives solo?
    
    - No exactamente, mi hija Lara viene a verme los fines de semana; para que no me sienta solo. Solo tiene seis años, pero cree que es mi madre (sonrie con mucha ternura) ¿te quedas a comer? Supongo que puedo invitarte a comer ¿no?
    
    - Pues, la verdad, me encantaría
    
    - Así que ¿tienes una hija?
    
    Ahora me parecía todavía más atractivo. Se había vuelto de espaldas para partir el pan y ponerlo en una cestita de mimbre que había sacado de un armarito. No podía quitarle ojo a ese culo.
    
    - ¿te gustan las albóndigas con patatas?
    
    - ¿Patatitas fritas? si.
    
    De repente, me di cuenta de que la mesa ...