1. Historia inolvidable.Comienzo de fetiches y dolor.


    Fecha: 02/06/2022, Categorías: Dominación / BDSM Tus Relatos Autor: sumisso22, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... de superioridad. La montaña me miraba fijamente y cada vez su cara denotaba más enfado hacía mí.
    
    -       ¡¡Qué valiente eres…¡¡, si tan valiente te crees, el viernes por la tarde ven a mi casa. Te azotaré como te mereces y me demostraras lo hombre que eres. ¿aceptas estúpido? -   Respondió a mis sandeces retándome a mí. Me puse mucho más nervioso porque aquello era precisamente lo que yo buscaba, deseaba ser azotado por aquella mujer que por alguna razón que desconocía atraía mi atención, incluso diría que estaba enamorado de ella sin aún saberlo.  Había conseguido lo que buscaba, ser azotado por aquella señora que me quitaba el sueño en las últimas semanas.
    
    Aquellos tres días siguientes no pude escribir una sola frase de mi libro. Estaba completamente nervioso por el encuentro que tendría con mi vecina. Me la imagine de mil maneras azotándome. Sobre sus muslos, a cuatro patas y ella con la fusta…. Cada minuto mi mente se inventaba una situación. Estaba completamente excitado. Deseaba ser azotado por aquella mujer, su carácter me atraía hasta tal punto de no parar de pensar en ella.
    
    El viernes por la tarde llegue puntual a su casa, solo debía salir de mi casa y dar varios pasos hasta la suya que era continua a la mía. Entré al exterior de su jardín y vi como su marido estaba en él. Estaba sudando y arreglando algo del jardín. Me acerqué y le saludé. Quede impresionado, era un hombre muy educado, hablador y con una sonrisa continua en su rostro. Me pareció una ...
    ... persona formidable. Me explicó que estaba arreglando un sistema de riego automático del jardín que no funcionaba. Había dejado de surtir agua a las plantas, desconocía que le ocurría. Sudaba a chorros por el calor y se mostraba sonriente explicándome el sistema de riego que ahora mismo no me importaba demasiado. Al terminar me dio una advertencia, se puso serio.
    
    -       No debiste provocar a la señora, lleva varios días intratable. No sé qué la dijiste, pero está muy ofendida. Lleva dos días recriminando en voz alta que va a darte una lección que nunca olvidaras. Suerte, amigo. – Me deseó aquel señor tan amable. Yo si conocía que la había dicho, la había menospreciado, insinuado que azotaba muy flojo, la menosprecié y me burlé de su marido, que a la vez era su esclavo. Cometí un error garrafal. Me adentré al interior de la casa completamente nervioso y debo reconocer que asustado.
    
    Entré al interior de la casa y la señora me estaba esperando en el centro del salón. Buffff, me derretí nada más verla. Iba vestida con la misma ropa que cuando la espié por la ventana. Me fijé en su cara regordeta, labios pintados de rojo intenso. Sujetador negro, bragas negras y medias de lycra oscuras sujetas por un liguero que terminaban en unos zapatos de tacón del mismo color. Su tamaño me impresionó era tan alta como yo y a la vez corpulenta, voluptuosa. Grandes brazos, piernas, muslos. Aquella vestimenta denotaba su cuerpo y era espectacular, terriblemente grande y carnosa.
    
    -       ...
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