El morbo de Probar. Gracias sumiso. - Relatos Eróticos

El morbo de Probar. Gracias sumiso.

Hola, digamos que mi nombre es Daniel, y digamos también que esto es "posible" que sea lo único falso del relato que a continuación voy a contaros. Tengo 42 años, soy alto, bastante delgado y moreno. Me considero muy educado y respetuoso, pero también soy muy tímido. Y también debo decir, que adoro a las mujeres, me encantan.

Hace mucho tiempo que tengo una fantasía que me pone muy cachondo, y no es otra que la de que alguien me enseñara fotografías y videos de su mujer chupándosela mientras él me la chupaba a mí. Pensaba, si os soy sincero, que jamás encontraría a alguien así, ¿quién estaría dispuesto a tal locura?, pero me decidí a probar, probar a encontrar a alguien a quien la idea que le proponía lo excitara, le diese morbo y deseara hacerlo.

Comencé poniendo un anuncio en una página de contactos famosa que hay en internet, también buscando foros al respecto, buscando por internet la forma en la que poder contactar con alguien que se ajustara a mis deseos o fantasías aunque solo fuese para poder charlar y hablar de esto, cada uno en su rol y poder crear un ambiente cordial, morboso y muy discreto ya que ambos seriamos casados. Imaginaba que sería algo casi imposible, porque, aunque por mi parte todo sería con un respeto máximo, me ponía en la piel de esa persona y pensaba en la desconfianza que le crearía mi propuesta.

Pasaron semanas, recibía mil anuncios y contactos, pero todos centrados en que me harían esa mamada, aunque no estaban casados, me pondrían ...

... algún video porno de internet o cosas parecidas. Todo muy respetable, y así les contestaba, pero no se trataba solo de sexo oral, todo esto es mucho más que eso, es complicidad, excitación, morbo, respeto... Imagine que nunca encontraría a nadie, es más, estaba resignado a eso, hasta que un día recibí un correo que me atrajo de una forma muy especial. Su nombre, según decía, Pedro, de una localidad cercana a la mía, 58 años, casado y que siempre se ha sentido muy atraído por la sumisión, por encontrar a alguien que respetase sus gustos y probar algo así.

Me gustó mucho su sinceridad, o así lo sentí, y quise saber más, que buscaba exactamente, cuales eran realmente esos gustos...

Nos escribimos varias veces, y me explicaba que se sentía atraído por probar a hacer una mamada, que le gustaría hacerlo pero que jamás se decidió porque no quería a gente de ese ambiente y le daba todo muchísimo miedo, cosa que entendía perfectamente ya que a mí me pasaba lo mismo. Ahora que lo conozco, sé que es un tío genial, alguien muy educado y en quien se puede confiar.

Decidimos quedar para vernos y hablar, y quedamos en una cafetería de Totana. Ahí nos contamos cara a cara nuestros gustos, el por qué nos ponía tan excitados hacer esto, lo importante que para ambos eran nuestras vidas privadas y que siempre sería así.

Si soy sincero, todo ese tiempo sentía una excitación increíble, me gustaba todo lo que rodeaba el momento, esa complicidad. Imagino que a él también, ya que terminó ...