1. Vuelo a Lanzarote


    Fecha: 22/07/2018, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: JulioG, Fuente: CuentoRelatos

    ... pasajero.
    
    Cuando se sienta a mi lado, al desviar la vista de mi lectura, lo primero que veo a la altura de mis ojos es como una falda se sube hasta arriba de una pierna. Al sentarse veo la parte superior de sus medias a medio muslo.
    
    -Mmmmm - eso me gusta. Me atrae. Es mi debilidad.
    
    Levanto la vista y la veo. Es la mujer de los ojos negros. Ahora aquella incipiente sonrisa es ya completa. Nos saludamos y nos deseamos un buen viaje. Noto un ligero sudor cuando sus ojos perforan los míos. La atracción entre ambos es evidente.
    
    Entablamos una conversación sobre temas habituales como motivo del viaje, a donde íbamos, en que trabajas, como nos llamamos, etc.
    
    -Jazmín.
    
    - Bonito nombre...
    
    Al poco tiempo se le cae el móvil al suelo y cuando me agacho para cogérselo puedo ver bien de cerca sus piernas. Eso hace que mi cuerpo reaccione.
    
    Esta mujer me atraía. No pude evitar mirar su escote. Se veía y se adivinaba la continuación de ese canal sugerente de entremedio de sus pechos. Vi parte del encaje de su sujetador. Todo eso unido al brillo de sus labios se juntó para provocar mi erección. El calor recorría mis venas. Imaginaba sus labios sobre los míos.
    
    La semitransparencia de su blusa blanca. Lo zapatos de tacón de aguja. Las medias. La falda adherida a sus caderas. Sus curvas. Todo se juntaba y coincidía con mis gustos. Las uñas pintadas de un color granate... Igual que sus labios. Empecé a sentir un poderoso deseo hacia ella. No sabía que me ocurría. La ...
    ... excitación se apoderaba de mi cuerpo.
    
    No sé qué ocurrió que se le volvió a caer el móvil. Cayendo hacia mis pies. Esta vez se agachó ella. Y sin duda tuvo que percatarse del bulto de mi entrepierna. Era imposible que no lo viera en mis pantalones. La cuestión es que una de sus manos la apoyó en mi muslo para incorporarse y eso para mí fue casi irresistible provocando un agradable cosquilleo en mi cuerpo. Se me aceleró el pulso. En ese momento bajaron las luces del avión. La iluminación era muy tenue. Quedo todo en penumbra.
    
    Me dijo que perdonara por ello. Le conteste que no tenía importancia. Que incluso que me gustó. Se rio. Le dije que no pensara mal de mí por ello.
    
    Coincidía que en toda nuestra fila solo estábamos los dos sentados. Pedí una manta para taparme ya que tenía algo de frio. Me ofrecí a compartirla. Y aceptó.
    
    No pude evitar la tentación de deslizar mi mano bajo la manta hasta rozar su muslo con el dorso de mi mano
    
    Tenía miedo de su reacción. Pero al ver que no decía nada avance posándola sobre su pierna empezando a acariciarla.
    
    Ahora sí que note su reacción. Note su mano sobre mi pierna, sobre mi muslo. La metió entre mis piernas acariciando la cara interna de mi muslo. Cerré los ojos. Es mi parte más sensible. Que me toquen ahí me excita mucho. Su tacto no me calmó los nervios. Al contrario, me electrizó. Ella a su vez separo sus muslos. Su perfume flotaba en el aire llegando hasta mí. Me inundó llegando hasta mi cerebro.
    
    No hizo falta decir ...