Sumisas de un pandillero (2)
Fecha: 11/03/2022,
Categorías:
Dominación / BDSM
Tus Relatos
Autor: Paola, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... después me llevó a una sexshop, me dio una lista y dijo que comprara todo. El de la sexshop se me quedó viendo con duda, no sabía si me lo iba a vender o no. Finalmente me llevó a su casa, ya cogíamos en su casa y no en un hotel. Me dijo “haz lo que dice el instructivo mientras regreso, no me tardo”
Lo que había comprado era una ducha anal, un lubricante y un plug. Era la primera vez que tenia eso en mis manos. Leí cuidadosamente las instrucciones e hice todo lo que debía hacer. Después me puse el plug y esperé a que volviera. En ese entonces me decía que en limpiara su casa mientras no tuviera algo mejor que hacer, por lo que me puse a lavar trastes y esas cosas. Cuando volvió me encontró desnuda con la escoba en la mano. De dio una gran nalgada y me llevó a la cama, me puso en 4 y comenzó a jugar con el plug, lo sacó y comenzó a meter su verga.
Me dolió, pero había aprendido a no quitarme para que no me castigara. Comenzó a meterlo hasta llegar al fondo, sentí mis nalgas en su abdomen y sentía su pene duro dentro de mí, se siente más grande por atrás. Así, sin sacarla ni moverse, me esposó las manos a la espalda y me agarró el pelo, lo jaló y me dijo “te voy a destrozar el culo, perra” y comenzó a bombear.
Después de que dejé de llorar por el dolor y comencé a sentir rico me dijo “Eres una puta fina, eres mi perra y la otra noche me la mamaste frente a todos ¿Qué se siente?” le dije que rico. Comenzó a decirme cosas y mientras más me decía más sentía como se excitaba ...
... y me daba más duro “soy dueño de tu culo, tu boca me pertenece y todos lo vieron. Eres un juguete sexual, una puta. Eres un depósito de mi leche” cosas así.
Cuando se vino, dentro, me saco el pene y me lo puso en la boca. Se lo mamé hasta que se paró de nuevo y me puso de nuevo en 4. Esta vez me hacía repetirle lo que decía, me hizo decirle que era su puta fina, su juguete y todo eso. Lo que más le gustaba oír era que era su puta fina y que mi se la había mamado frente a todos.
Cuando se vino unas tres veces me dejo para acostarse, yo me quedé boca abajo, me dolía mucho el culo, lo sentía rosado, aunque me echó lubricante, además de las nalgadas y apretones que me dio. Le dije que había sido mi primer anal y solo se rio. El dolor me duro uno tiempo, pero me hacia recordar y me excitaba.
Después de eso el anal pasó a ser parte del sexo, no cada vez, pero si seguido. La verdad me gusta, no me quejo de eso. Me haría mamarle la verga frente a todos unas veces más, pero siempre les decía “luego” cuando le pedían que me prestara. Una vez, el jefe del grupo le dijo que yo tenía buen culo, era su tío, y a regañadientes le dijo que me podía tocar. El señor me acaricio las nalgas bajo la falda. Nunca había tenido más miedo que esa vez, no solo por que no me iba a poder negar con ese señor si quería hacerme algo más, ni por que juan no iba a poder negarse, sobre todo por la mirada y la sonrisa que el tío de juan me hizo.
Lo bueno es que esa vez solo me tocó el culo y unos días ...