Sumisas de un pandillero (2)
Fecha: 11/03/2022,
Categorías:
Dominación / BDSM
Tus Relatos
Autor: Paola, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Juan era algo así como el numero dos de un grupo que se dedicaba a cosas malas. Siempre que iba a trabajar había fiesta después, a menos que alguno saliera herido. A esas fiestas me llevaba, al principio me daba miedo, la mayoría hombres de todas las edades, del mismo tipo que Juan. Todos tenían tatuajes y cara de malos. Las mujeres igual, hasta daban más miedo. Yo era la única que iba bien arreglada y tenia ojos claros. Él decía que eso le gustaba, tener una perrita fina. También era la más joven, a nadie parecía importarle mi edad.
Juan me daba nalgadas frente a ellos, o me tocaba los pechos, hablaba de nuestra relación sexual sin penas ni nada. Sus amigos me miraban con lujuria y al mismo tiempo se reían. Hacían comentarios como “¿Cuándo me la prestas?” y el solo se reía y les decía que luego. Todo eso me tenía con miedo, de lo que pudieran hacerme todos ellos, pero al mismo tiempo me gustaba. Además de que juan siempre me decía que me iba a cuidar.
Para ese entonces yo ya era muy dependiente de él. Lo obedecía en todo, iba por mí a la hora que quería, hacíamos lo que el quería, y yo ni pensaba en decir que no. Tomaba mi dinero sin pedirlo, obvio me cogía sin pedirlo. Él me enseñó a dar buenas mamadas, ya después decía que era la mejor en eso, y lo decía en serio, no tiene problemas en decirnos cuando hacemos algo mal.
En una de esas fiestas me pidió que usara un vestido muy corto y holgado, le gustaba que bailara y se me viera todo. Había unos diez de sus amigos y ...
... solo una era otra chica. Yo aun tenia 15 años. Todos estábamos ya en la sala, ya la música era más tranquila, ya habíamos bebido, ya todos tomados, juan hablaba de que toda mujer puede llegar a ser buena puta si se le enseña “por ejemplo, esta putita no sabia ni chupar una verga, y ahora mírenla, una mamadora profesional” dijo, todos se rieron, yo sonreí. Después me dijo “enséñales” y abrió las piernas, yo primero pensé que era broma, pero ya había aprendido a distinguir en su mirada cuando no lo era. Los miré a todos, en la expectativa de ver si lo hacía, no sé qué fue, pero al final, después de un debate interno muy corto, decidí arrodillarme frente a él.
Le gustaba que me pusiera en cuatro, con el culo levantado para agarrármelo, así lo hice y pude sentir de inmediato que el vestido dejaba ver algo de mi culo. Le saqué el miembro y comencé a chuparlo. Me había enseñado a usar la lengua incluso cuando la tuviera dentro, me enseño el movimiento perfecto de cabeza según él. A meterla toda, vamos, me hizo a su placer, y eso estaba haciendo mientras todos me veían.
Él me levantó el vestido, tenia todo el culo de fuera, sabia que mi tanga estaba húmeda y se iba a notar. “¿ven? Es la mejor” decía mientras me apretaba la nalga, yo seguí. Después hizo una demostración del tiempo que yo duro sin respirar y finalmente se vino en lo mas profundo de mi garganta. Me dio permiso de sentarme, noté como todos me veían con mas lujuria que nunca, me sentí muy avergonzada.
Un par de días ...