La Babysitter
Fecha: 04/02/2022,
Categorías:
Zoofilia
Tus Relatos
Autor: BeastAlex, Fuente: drugsounds.ru
... difícil tener el control, hasta que de repente encontró mi zorrita, que en ese momento estaba más que lubricada. En cuanto él noto que me estaba rozando los labios sus movimientos empezaron a acelerarse, acercando más su cuerpo de manera que quedó prácticamente echado encima mía. Empezó a penetrarme con movimientos muy rápidos, sentía como se iba abriendo paso dentro mía, y notaba que su verga estaba agrandándose, dándome más placer con ese roce. Iba a llegar a un orgasmo en pocos segundos, hasta que noté que estaba llegando demasiado profundo ¿Qué tamaño tenía ese pico? Mis gemidos se convirtieron en gritos. Él se empujaba con sus patas traseras con fuerza, como si quisiera destrozarme. Sus movimientos eran tan rápidos y fuertes que mis gemidos eran uno solo, no me daba tiempo a recuperarme de una embestida cuando ya llegaba la siguiente. No sé cuántos orgasmos tuve en ese par de minutos. Yo me agarraba de su cuello tratando de separarme un poco pero él no me dejaba, y sentía su polla en mi estómago. Me dolía mucho, era como si me hubieran dado con un martillo hidráulico con un dildo gigante en su extramo, pero el placer era mayor. De repente sentí algo en la entrada de mi vagina, algo dentro se hinchó. Hércules empezó a disminuir sus movimientos, hasta que paró. Ahora jadeaba, sentía su respiración en mi cara, y yo seguía abrazada a él. Él trató de separarse, y lo dejé, pero no podíamos despegarnos. Toqué mi vagina y noté que su verga se había hinchado tanto que no podía ...
... salir. Tuve que agarrarlo para que no se moviera porque me estaba haciendo daño. Yo lo acariciaba, me sentía agotada y adolorida. Después de unos 5 minutos él la sacó, saliendo de mí un chorro de semen. Entonces ví como su verga, a pesar de haber pasado este rato, medía unos 20cm o más, y se parecía más a una verga humana, solo que al final de ella tenía una especie de pelota, que era la que se hinchó. Él se la lamía y me lamía también. Yo no me pude mover por un buen rato.
Después de un rato me levanté del sillón, no sin antes soltar varios quejidos. Me dolía, pero de solo pensar en lo que había sentido sentía que había merecido la pena. Me di cuenta que mi vestido se manchó entero de semen. Tuve que quitármelo y ver si encontraba algo entre la ropa de Javier que pudiera ponerme.
Mis movimientos eran torpes, no sé si debido al cansancio, al dolor, al alcohol, a la yerba o todo a la vez. En cuanto me quité el vestido Hércules se abalanzó, arañándome con sus patas delanteras mi cintura. Me hizo tropezar quedando arrodillada en el suelo con mi cuerpo sobre el sillón. Rápidamente se subió encima mía. Quise safarme, pero fue inútil, era muy pesado y yo estaba muy cansada. Empezó a moverse, buscando mi vagina. Yo esperaba que no pudiera penetrarme y se cansara. De repente él solo se pudo colocar y sentí de nuevo como su verga me empezaba a penetrar de nuevo. En menos de 5 segundos su verga me estaba destrozando de nuevo y yo gritaba de placer y dolor. Sentía que era la perra ...