2.- Claudia y Julián. - Relatos Eróticos

2.- Claudia y Julián.

... lugar exageré un poco los movimientos de mis nalgotas contoneándome para que me disfrutaran los machos ahí presentes, Julián me llevaba de la mano y delante de mí y nos retiramos hacia el hotel, antes de cruzar la calle Julián me tomó de la cintura fuertemente y me plantó un beso en la boca causando seguramente la envidia de muchos, giré un poco la cabeza y efectivamente muchas miradas estaban atentas a nosotros, me dijo que traía loquitos a muchos y yo solo le respondí que era su putita y de nadie más; cruzamos la avenida y casi entrando al hotel Julián se dio cuenta que había olvidado su teléfono en el restaurante y me pidió que lo esperara ahí; él corriendo se dirigió al restaurante por su teléfono; apenas me había quedado sola y noté que un automovilista se había detenido y me estaba hablando, inocentemente me acerqué pensando que me preguntaría por alguna dirección, pero lo que me preguntó fue que cuanto cobraba, al escuchar eso entendí que por mi vestimenta me estaba confundiendo con una chica de la vida galante, no supe que decirle y simplemente me retiré del auto, sin querer le di la vista de mi lindo trasero y espalda; ya para ese momento había como 8 autos esperando a acercarse a mí, posiblemente pensaban que yo era una golfa que estaba vendiendo su cuerpo; con la mirada busqué a Julián y él estaba atento a todo lo que sucedía, caminaba lentamente y cuando llegó a mí me preguntó cuál era el precio de mis caricias y me entregó mil pesos, entendí lo que Julián estaba ...

... haciendo, él estaba simulando ser un cliente que estaba contratando mis servicios, agarré el dinero y lo guardé en mi bolsita de mano y nos metimos al hotel, ya en los pasillos no parábamos de reír por la confusión de los automovilistas, todo esto que pasó nos calentó de lo más rico, yo me puse más deseosa por la linda verga de Julián y se lo hice saber. Nos asomamos hacia la calle y aún seguían algunos autos ahí, tal vez esperando a que yo “terminara con este cliente” y esperar su oportunidad de estar después conmigo. Esta situación de simular ser una puta más adelante la aplicaría pues me daba cuenta que era muy fácil obtener dinero con este cuerpo y rostro. Por el momento ni idea tenía de eso pues estaba encantada con lo que estaba viviendo. Julián me pidió que subiera las escaleras antes que él, quería ver mis nalgótas y mis piernas y una vez que llegamos al piso donde estaba nuestra habitación también me pidió que caminara por el pasillo, de extremo a extremo; me dijo que me veía muy bien, que le gustaba ver cómo me movía al caminar pues según él lo hacía de manera muy sensual y que con ese vestido me veía bien puta; después me tomó de la mano y nos dirigimos a nuestra habitación y antes de abrir la puerta Julián me tomó por la cintura y me dio un beso muy cachondo y delicioso, sin dejar de besarme abrió la puerta y entramos, nos seguíamos besando, yo fui quitándole la playera y cuando se la quité completamente me restregué a él para sentir su piel desnuda; con mi mano ...