1. Mi compañero de piso Álvaro se corre en mi boca III


    Fecha: 27/12/2021, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Logkane, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Esta es la tercera parte e la historia, para ver la segunda accedan a traves de: //drugsounds.ru/llopast/93118_mi-companero-de-piso-alvaro-se-corre-en-mi-boca-ii
    Para leér la primer parte: //drugsounds.ru/llopast/92226_mi-companero-de-piso-alvaro-se-corre-en-mi-boca
    
    Álvaro es un guarro. ya han pasado unos dias desde que me cogió por primera vez. El dia siguiente apenas podía andar. La verdad es que Álvaro estaba muy bien dotado. Aún cuando el no estaba ahí yo me masturbaba pensando en su polla. Pensaba en lo gruesa que era esa bestia, en las venas que le salian, en lo larga que era. No entiendo como consiguió metermela en mi culito estrecho, pero la verdad es que lo gozé. Me ha follado otras veces después. De normal lo hace cuando no consigue traerse a una tía a la habitación. De normal lo que tiene a hacer es despertarme dejando caer su miembro erecto en mi cara, aveces restriega su precum por mis labios. 
    
    De vez en cuando se trae a una chica a su cama, la litera de arriba. Él es plenamente consciente de que le oigo. No se si lo hace por parecer macho o solamente por que le pone que yo no diga nada. El ya me dijo que yo iba  ser su perra la primera vez que me preñó, y no mentía. No se porque lo hago, pero sus órdenes las sigo al píe de la letra. De vez en cuando me ha follado la cara a media noche, o cuando vuelve sudado del gimnasio. Su olor es demasiado para mi, y el grosor de su miembro es exagerado, una vez si que vomité. Pero eso no fué ...
    ... sufuciente para que se le pasase el calentón así que en cuanto acabé, me dijo que me tenía que castigar. Me folló el culo, y antes de correrse, decidió follarme la cara. Yo obedecí como una buena puta. Ese día se volvió a correr en mi garganta. "Si te sabe a mierda mi polla, lavate mejor el culo a la siguiente", me decía. 
    
    Pero el día de la lavadora fue el dia que me demostró verdaderamente el control que tenía sobre mí. Antes de irse al gimnasio, sacó de su bolsa un paquete de un regalo. Me hizo abrirlo. En cuanto lo hize, me encontré con un buttplug. Tenía un diamantito en la parte de fuera, y la cabeza (parte que entraría en mi culo) era grande, no tanto como la verga de Álvaro, pero casi. "Sabes lo que vas a hacer con esto puta"? 
    
    Ese ya se había convertido en mi nombre en esa habitación. Yo le miré a los ojos y asentí. Me tumbé en la cama y levanté las piernas. Después de chupar la cabeza, empezé a introducirlo en mi ano. Tuve suerte, porque mi saliva fué suficiente. Al fin y al cabo, mi ano se había adaptado a la bestia que tenía Álvaro colgando entre las piernas. "Bien puta", me dijo mientras lo hacía, "Ahora tendrás que bajar mi ropa sucia al lavadero de abajo, espero que hayas acabado en cuando yo vuelva del gimnasio. Y no te saques mi regalo del culo hasta que vuelva". Señaló a la inmensa montaña de ropa sudada en la esquina de la habitación. Yo ya había oído su orden, asíque lo hize. 
    
    En cuanto el salió por la puerta, me acabé de meter el jugetito en el ano, me ...
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