Fantasía de Secuestro
Fecha: 23/12/2021,
Categorías:
Dominación / BDSM
Tus Relatos
Autor: sumisso22, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... ancó a unas pequeñas argollas sujetas en el suelo a mis pies. Debido a mi nerviosismo no me había dado cuenta que había dos argollas incrustadas en el suelo. Colocó dos candados, uno en cada tobillera contra la hebilla y la argolla del suelo, para que quedaran sujetas al suelo y no pudiese moverme ni pudiese desprenderse la hebilla que las mantenía cerradas, manteniendo mis piernas bien abiertas y pies anclados al suelo . Nunca había sido atado o encadenado de esta manera, quedé completamente inmovilizado entre las esposas y las tobilleras y tantos candados. La posición era incomoda y no me permitía moverme.
Me di cuenta, que apenas en unos minutos había quedado inmovilizado. No podía mover las manos, mi cuerpo, ni tampoco los pies. Estaba encadenado totalmente y sin margen de movimiento. Había sido reducido en aquel pequeño espacio dentro del sótano sin posibilidad de movimiento. La señora denotaba bastante experiencia y tenía todo bien preparado para mi llegada.
Estaba completamente nervioso e inmovilizado en aquel lúgubre sótano. Escapar era imposible, salvo que fuese un superhéroe que pudiese romper la gruesa cadena, esposas y tobilleras. Intenté quitarme las esposas o tobilleras, solo para comprobar la dureza de mis ataduras y comprobé que estaba realmente inmovilizado, no volví a intentarlo más, sería absurdo intentarlo, no iban a ceder un milímetro mis cadenas y era lo pactado y deseado. Permanecí expectante en aquella incómoda posición a nuevos ...
... acontecimientos. Mi captora continuaba moviéndose por la habitación, el sonido de sus enormes botas de goma seguía chirriando a cada paso que daba, estaban mojadas y producían un continuo criiicc criccc a cada paso que daba en aquella instancia.
Levanté la mirada y giré la cara hacía atrás con dificultad debido a la incómoda posición y observé como la señora, se estaba quitando el impermeable y lo colocaba sobre una silla de madera que había en un lado. Debajo portaba un vestido largo y negro hasta las rodillas. El vestido era sin mangas, dejaba al descubierto sus voluminosos brazos, muy carnosos y obesos. . Era bastante grande y fuerte aquella señora, su piel denotaba ya su edad. La señora se acercó hacia mí de nuevo tras agarrar de nuevo algo entre sus manos.
Comprobé fascinado como la señora portaba algo en sus manos, sujetaba entres sus manos unos guantes negros de caucho, largos y de goma gruesa, industriales para limpiar poceras. . Comenzó a enfundarse los guantes, sus manos y antebrazos eran tan amplios que no entraban ya que los guantes eran de una talla media o pequeña, ella hizo fuerza y poco a poco comenzaron a entrar en sus manos y brazos, mientas escuchaba el rechinar de la goma al forzarla para encajarla en sus brazos. Tras mucha dificultad comenzó a introducir los guantes en sus dedos, la quedaban muy ajustados, parecía que la goma iba a reventar en cualquier momento de lo apretados que la quedaban .Me equivocaba, no iban a reventar, estaban ...