1. Descubrí el amor fraternal con mi medio hermana


    Fecha: 22/12/2021, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: yoimi, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... labios vaginales y su clítoris, ella gemía, se quejaba y se revolvía entre las sabanas, yo no dejaba de comerle su rajita, ya podía sentir sus jugos amargos bajando por su vagina, de pronto ella emite un enorme quejido, yo sabía que estaba teniendo un orgasmo.  
    
    Luego fue ella que empezó a besarme el rostro, luego el cuello, mi torso y bajó a mi pene, que estaba erecto, lo tomó con su pequeña mano y lo metió en su boquita, lo chupó, lo besó, ella no era muy experta en eso, pero yo gozaba todo lo que me hacía.  Le dije que lo mamara como si fuera un dulce enorme.  Ella se quedó haciendo eso y lo hizo muy bien, me dejó cerca de eyacular, tuve que detenerla.  Me fui subiendo sobre ella, restregué mi glande en sus labios vaginales, ella parecía asustada, pero no dijo nada.  Coloqué mi glande en la entrada de su vagina y lo fui empujando lentamente, pude sentir como se abría su vagina, sentí que algo me detenía, pero empujé más fuerte y mi verga entró por fin,  la estaba desvirgando en ese momento.  Espere un poco porque ella se quejaba, pero seguí metiéndosela, hasta que se la tuve a más de la mitad.  Luego empecé a bombear, salía y entraba lentamente mientras buscaba su boca y sus pechitos para mamarlos.  Poco a poco la excitación nos fue ganando, yo gemía y ella también lo hacía.  Ahora mi penetración era más firme y fuerte en su vagina.  Los gemidos de Jenni era cada vez más estruendosos y asi llegó a otro sonoro orgasmo.   Yo quería evitar eyacular todavía, asi que ...
    ... propuse cambiar de posición, ahora la puse en cuatro, pude ver su hermoso culito.  Le chupé y besé sus nalgas y su ojete del culo, metí un dedo en su rajita, y estaba muy estrechito.  Le puse mi verga y se la metí otra vez lentamente, entre los gemidos y chillidos de mi pequeña hermana.  Luego la tomé de su cintura y comencé a follarla profundamente.  Ella daba casi gritos, tuve que callarla de nuevo.  
    
    Al rato le dije que ahora le tocaba arriba y yo abajo, la fui colocando encima de mi verga, hice que tomara mi verga y que se la pusiera en su vagina, lo hizo y se sentó encima, luego comenzó a cabalgarme lentamente, ella cerraba sus ojitos, le estaba gustando esta pose, poco a poco fue ganando velocidad y en pocos minutos me daba una tremenda cabalgada.  Ella misma se provocó otra corrida, entre gemidos y quejidos,  ella se desplomó encima de mi torso casi al mismo tiempo que yo comencé a eyacular dentro de su vagina, en ese momento no pensé en las consecuencias, que afortunadamente no pasaron.  Nos quedamos agotados y satisfechos.  Al poco rato nos fuimos a la ducha a borrar nuestro pecado.  Allí nos besamos, le di una chupada de rajita estando ella parada y yo hincado en el baño, luego cambiamos y era ella la que me daba otro mamada de verga.  Luego nos acostamos en el piso del baño y lo hicimos allí al estilo misionero, no nos importó lo frío del piso, allí nos corrimos los dos.
    
    Luego, como si hubiéramos cometido un delito, nos vestimos rápido, yo me fui a mi habitación y ...