Descubrí el amor fraternal con mi medio hermana - Relatos Eróticos

Descubrí el amor fraternal con mi medio hermana

Hola a todos soy David, ahora con 22 años, mi hermana Jessí de 19 años.  Pero todo lo que a continuación relataré sucedió cuando yo tenía 18 años y mi hermana Jessi acababa de cumplir los 15.

Mi padre se volvió a casar después del fallecimiento de mi madre.  Allí nació Jessi, ella es una bella adolescente, de ojos como grises, cabello castaño, tiene una carita preciosa, sus senitos en aquellos años eran dos pequeños volcancitos con pezones carnosos, apenas tenía caderitas y unas nalguitas compactas bonitas.  Yo como su hermano mayor, la cuidaba mucho, aveces la protegía tanto que me echaba las culpas de sus travesuras.  En el colegio no dejaba que nadie la molestara, ni hombre ni mujer.  Y ella era muy cariñosa conmigo, en ocasiones cuando tenía pesadillas o había rayos y truenos por el invierno, ella no se iba con sus padres, sino conmigo.  Yo la abrazaba y la arropaba.  De pequeños nos duchabamos juntos, aunque a nuestros padres no les gustaba eso, lo hacíamos cuando ellos no estaban.  Yo iba viendo como el cuerpecito de Jessi iba creciendo y haciendose una mujercita linda. Asi nació un lazo entre ella y yo.

Conforme fuimos creciendo, yo sentía algo más que amor de hermanos.  Y yo notaba que también ella tenía un dilema, pues sentía algo por mi mas que un amor entre parientes.  Cuando yo tenía 16 años y ella 13, un chico quiso besarla en el colegio y yo le di un trompón, pero sus amigos se metieron y fueron 3 contra uno, me golpearon y yo a ellos, pero salí ...

... perdiendo por el número, tenía golpes en varias partes del cuerpo.  No le dijimos nada a nuestros padres, subí a mi recamara y no bajé a cenar, para que no me vieran.  Jessi me subió la cena sin que ellos se dieran cuenta, me curó y me cuidó.  Esa noche se quedó conmigo y en la madrugada tuve dolor en mis costillas, ella me acarició el torso, eso me excitó, la tomé en mis brazos y la besé, ella se asustó, pero no dijo nada y correspondió a mi beso, nos quedamos unidos nuestras bocas por unos diez minutos, fue lo más bello en ese momento.  Luego, pasaron los días y a cada momento que no nos veían nos dabamos un beso en la boca.  

En esos días, nos metimos a la ducha los dos desnudos y nos empezamos a besar, había una gran excitación entre ambos, yo le empecé tocar su cuerpo, sus nalgas y sus senos, yo tenía una enorme erección, ella me tocó el miembro y lo acarició suavemente. Yo bajé a besar sus tetitas y ella apretaba más mi pene.  En eso fue ella la que detuvo todo.  -No!, no podemos!- me dijo.  Se puso la toalla y salió de allí.

Luego volvió a pasar en mi habitación.  Nos besamos mucho, yo le besé el rostro, el cuello y bajé a sus pechitos, me comí sus pezones carnosos y Jenni daba pequeños gemidos reprimidos.  Luego bajé mis dedos y los metí en su braguita, toqué sus pelitos púbicos por primera vez y luego le acaricie sus delicados labios vaginales, los gemidos de Jenni subieron de tono, tuve que callarla, porque en el silencio de la noche son más audibles y nos podían ...