Me cogí a mi hijastra en año nuevo - Relatos Eróticos

Me cogí a mi hijastra en año nuevo

Ya tenia varios años casado con mi esposa, y había visto a Mia crecer, mi hijastra. Cuando la conocí apenas era una niña que entraba a la pubertad, nada más que una mocosa que solo solía decir tonterías y dar vueltas por ahí. A mí en lo personal me daba gracia y a menudo le celebraba sus tonterías, al fin solo la miraba como una niña boba. Pero con el tiempo Mia fue creciendo y dejo de ser aquella niña y pronto se convirtió en una muchachita y después en toda una señorita ya de dieciocho años. De repente, sin saber como comencé a verla como una mujer.

A lo largo de todos estos años había desarrollado unas nalgas enormes y muy firmes, pechos grandes con pezones que rígidos que se notaban a través de sus blusas cuando no traía sostén. Su cintura tan delgada que parece que fue la única parte de su cuerpo que no creció, en fin una mujer completamente sensual. Cierto día mientras ella limpiaba me dí cuenta que la estaba mirando demasiado, y no solo eso sino que tenia una erección por lo que me fui a mi habitación para masturbarme, fue aquel día que supe que Mia me traía loco. 

Mia solía pasearse por la casa con solo una camiseta y unos shorts muy cortos en la casa, su madre la regañaba por vestirse así por lo que Mia solo se vestía así cuando su madre no estaba. A mi me encantaba que se vistiera asi pues sus pechos tan grandes como eran se le notaban muy bien atraves de esas camisetas. Cuando me acostaba con su madre no podía dejar de pensar en ella, y cuando estaba solo en ...

... la casa iba a la habitación de Mia para oler su ropa interior. Aquel aroma dulce y el sabor saladito de sus bragas me volvían loco, estaba como un animal enfermo y lleno de lujuria. 

Mientras Mia limpiaba la casa, o hacía algo a veces yo pasaba por donde ella estaba solo para ver su culo, o su cuerpo, en una ocasión traia un short tan pegado que los labios de su concha se le marcaban contra la ropa dejándome ver su forma. Tuvo tantas ganas de follarmela ahí mismo, pero solo me conformaba con masturbarme con las fotos que le tomaba cuando ella estaba desprevenida. 

Todo aquello cumilno en la fiesta de año nuevo, habíamos hecho una fiesta para familia y amigos aquella noche, a Mia se le permitio tomarse unos tragos aunque no muchos ya que a su madre no le gustaba que tomase demasiado. Yo por mi parte, tome unos aunque no muchos pues yo era quien estaba asando la carne y no me daba tiempo para ir a por mas cervezas. Pero mi mujer si que había tomado, incluso tuve que llevarla a la cama casi cargada pues ya no se sostenia por ella misma. Al terminar la fiesta todos se fueron a su casa, y me quede solo con Mia reogiendo y guardando algunas cosas. 

Al terminar de guardar las cosas más importantes que se podían echar a perder, Mia se fue a la cama. Pero yo no, yo estaba pensando en Mia, en como se miraba tan linda con su vestido aquella noche y como se había puesto a hablar toda la noche con el vecino. Aquello me había llenado de celos pues yo la quería para mí. 

No se ...