Me cogí a mi hijastra en año nuevo - Relatos Eróticos

Me cogí a mi hijastra en año nuevo

... que fue lo que me llevo a hacerlo, pero esa noche decidi ir a visitarla. Fui a su habitación y abri la puerta con mucho cuidado y la cerre detrás de mi sin hacer demasiado ruino. Ya habían pasado varios minutos desde que Mia se había ido a la cama asi que ya estaba dormida. Me acerque a la cama con mucho cuidado y alumbrándome con mi teléfono, le quite la sabana de encima. Aquello me dejo sorprendido pues mia se había ido a la cama sin nada mas que con unas bragas muy pequeñas. 

Mi intención era tomarle un par de fotos, pero aquello me sorprendio de tal forma que me dejo sin respiración. Impulsado por una lujuria como nunca había tenido en mi vida, me quite la camisa, mi pantalón y mis boxers y me meti a la cama con ella con mucho cuidado. Sabia que no debía hacerlo, me quería detener, si Mia gritaba o si le decía a su madre yo estaba acabado. Pero en aquel momento no pensaba, solo la lujuria me guiaba.

Me puse a su lado y comencé a acariciar su cuerpo desnudo, toque sus tetas firmes y calientes, y pase mis manos por sus muslos suaves. De repente sentí como Mia se movia y se despertaba, aquello hizo que mi corazón se parase.

—Qué pasa? —Pregunto. 

—shhhhh, soy yo pequeña. —Le dije esperando a que no gritase.

—Julio? —Pregunto.

—Si soy yo. —Le dije mientras segui acariciándola.

—No, no podemos, mamá nos oirá, y tu eres su esposo. —Me dijo.

—Tu mamá esta muy borracha ahorita y no nos oirá, y tu me tienes loco desde hace mucho. —Le susurre al oído con ...

... mis manos ahora acariciando su pecho.

—Pero tu eres como mi papá. —Me dijo dando un suspiro mientras yo le apretaba una teta. 

—Si pero no lo soy. —Le dije mientras le besaba el cuello y sentía como ella se retorcía. 

Ella ya no me dijo nada, solo se movía reaccionando a mis caricias. Con una mano le quite sus bragas, se las baje por las piernas y luego se las quite completamente. La voltee contra la cama y con mi verga bien parada ya pulsante, se la acomode en su concha y se la fui metiendo poco a poco en su apretada conchita. 

—Aaaaaaah! —gimio ella. 

Yo me estremeci, su concha era más apretada de lo que imaginaba. Senti sus jugos y el calor de su concha, y al estar por completo dentro de ella sentí un placer como jamas imagine. Era obvio que no era virgen, pero tampoco tenia mucha experiencia. Sus gemidos subían de nivel amedida que la iba cogiendo, le sacaba la verga y se la volvia a meter con delicadeza y eso desencadenaba mas gemidos. Sentia el calor que emanaba de su cuerpo caliente y suave, y aquel olor a hembra de ella que me excitaba.

En ocasiones le comenzaba a dar más duro pero ella entre gemidos protestaba.

—Despacio, ahhhhhh, más despacio, mmmmmmm. —gemia.

Sus nalgas firmes eran colchones perfector en los que robotaba cada vez que le metia mi verga. 

—aaaaaah!! —Gemia ella en ocasiones cuando empujaba toda mi verga dentro de ella y ella medio borracha no contenia sus gemidos. Pero no me importaba, su madre estaba demasiado borracha como ...