IRRECONOCIBLE TIA - Relatos Eróticos

IRRECONOCIBLE TIA

... no quisiera tenerte a su lado, desearte, hacerte el amor toda la noche, chiquito nada de palabrerías, sin darse cuenta se recostó en la cama, me lance, bese tiernamente su cálido cuello, no lo hagas please detente, seguí detrás del lóbulo de la oreja, cedió y se dejó hacer, suspiraba, se estremecía de cada beso que le daba, quiso escapar de mi pero más pudo mi fuerza quedando sumisa ante mí.
Cerro los ojos acerque mis labios a los suyos, sentí una bofetada soy tu tía te he criado desde niño déjate de estupideces, volví a besar su cuello, hombros, senos, sentía su respiración entrecortada, sudaba de miedo, de placer, seguí bajando por su tibio vientre llegue al centro del placer, inhale su aroma embriagador y le estampe un tórrido beso en su caliente coño, se retorcía, ardía de gusto, una descarga de flujos vaginales bañó mi cara, empezó a moverse arqueaba las caderas queriendo recibir algo más. Hábilmente mi lengua recorría de arriba a abajo sus labios vaginales, aferrado seguía trabajando el coño hasta que descubrir la perla deseada, su clítoris rosadito ya inflamado al que lamí frenéticamente lo chupe con ganas, de pronto sentí sus manos en mi cabeza aferrándose con fuerza como una tabla de salvación, gemía, gritaba, aullaba como gata en celo hasta que no pudo más, se estremeció, convulsiono y una oleada de placer salvaje la invadieron corriéndose varias veces en mi boca.  
La deje que se dé un respiro me acerque a su oído diciéndole esto es hacer el amor, un arte ...

... celestial, te gusto, hay chiquito eres abusivo y aprovechado donde aprendiste, no tengo palabras para expresar el placer y deleite que he tenido, lo sé, continuamos, le acaricie los senos lamia en circulo sus aureolas y mordisqueaba los pezones, ella con los ojos cerrados suspiraba, levante sus musculosas piernas sobre mis hombros teniendo su encharcada cueva a mi disponibilidad, apunte mi firme verga restregándola en su entrada vaginal, cuando intento incorporarse, la detuve solo escuche, despacio ten consideración de mi te lo suplico, empecé encajando mi glande que brillaba como un melocotón, luego enfile la penetración lentamente, ella abría la boca ahogando la respiración, sus cavidades vaginales se contraían al roce e ingreso de la dura verga que se introducía en ese fogoso coño que no había sido usado por muchos años. Comenzó a levantar sus caderas empujando para ser penetrada hasta lo más profundo de su ser, acelere mis embestidas salvajemente, había encontrado la succión perfecta de su volcánica raja a mi duro pene, dándonos placer y mutua satisfacción, estuve como 10 minutos bombeando a forro cuando escuche, dale con fuerza, no pares sigue aunque siento que el cuerpo se me parte, hacer el amor contigo es como estar en el paraíso, empezó a desvanecerse, le temblaban las piernas, logrando un par de orgasmos más.
Luego la puse boca abajo disfrutando su majestuoso trasero, ahí a unos centímetros sus voluptuosas nalgas era una maravilla para mis ojos, le abrí las piernas ...