Bolonia una playa nudista en cadiz - Relatos Eróticos

Bolonia una playa nudista en cadiz

... Teresa ya chorreando de sus jugos y se los llevó a la boca chupandolos, la pareja volvió la vista sonrojada. Yo también quise probar sus jugos e introduje mis dedos sin dificultad, los retorci en su interior probando cuán abierta y empapada estaba, luego me los lleve a mi boca. El sabor a su sexo me la puso durísima. Tuvimos que ir los tres a refrescarnos en el mar donde seguimos jugando. Teresa nos besaba por turnos con pasión introduciendo su lengua y mezclando las salinas. Nuestras manos recorrían su cuerpo. Nos dimos cuenta que teníamos público y no nos quitaban la vista. Salimos del agua. Y volvimos a la toallas. No había mucha gente unas tres parejas diseminadas cerca nuestro y un tío sólo. Nos dedicamos a tomar el sol. Pero de vez en cuando Teresa se me acercaba y me besaba con pasión para mantenerme caliente y después besaba a Raúl.  Aquello era muy excitante pues sabíamos que nos miraban y tanto Raúl como yo le correspondiamos a ella pelliscandole cada uno un pezón y acariciandole el pecho o el vientre. Era casi la una cuando apareció el negrito vendiendo su mercancía y que también se había follado a Teresa. Nos reconoció en seguida. Y se nos acercó. No quitaba ojo de las tetas de Teresa y de su sexo. Ella lo saludo dándole un beso con lengua. Nos confesó que le gustaría repetir lo vivido el otro día. Mi mujer me miro y yo asenti . Por lo que Teresa le dijo que bien. El nos dijo que iva a dejar la mercancía con un compañero y que a la caída de la tarde vendría.  ...

... Teresa nos confesó que la idea de que el negro también participará la exitaba pero también le preocupaba pues la tenía muy grande. Tanto Raúl como yo la animamos convencidos que ella podía.
Había pasado como una hora cuando se nos hacer o otro negro vendiendo . Nos ofreció su mercancía con una sonrisa bobalicona y mirando descaradamente a Teresa. Aquello me hizo pensar que estaba al tanto de los planes de su compañero. Y decidí calentarlo aún más. Mientras aconsejaba a Teresa que comprar le cogía una teta y la besaba en la boca. Raúl no se quedo atrás y decidió hacer lo mismo. Al negro se le salían los ojos viendo como Teresa era besada y magreada por los dos. Cuando se fue . Tuvimos que darnos otro baño. El día estaba siendo muy entretenido y los tres estábamos muy cachondos.  El colmo fue cuando nos visitó un tercer negro y la historia se repitió. Este era más mayor y más grande con una cara de salido que daba miedo. Pero repetimos el juego. Cuando se fue Teresa nos confesó que nesecitaba ser follada ya. Nos metimos en el nido los tres. Raúl y yo nos tumbamos en la arena y Teresa a 4 patas nos comía la polla. Le ordene que montará sobre Raúl y ella misma guió su polla asta introducirla en su coño y cabalgarlo. Por encima del nido de piedra sobresalía sus hombros y su cabeza y el que la veía se daba cuenta que sus movimientos eran de estar follando. La bese metiendo mi legua en su boca sin importarme que hace un momento se estuviera comiendo otra polla además de la mía. Teresa ...