Bolonia una playa nudista en cadiz - Relatos Eróticos

Bolonia una playa nudista en cadiz

Este relato es continuación del que publicó mi mujer :dogging en una playa nudista. Somos una pareja swinger ya con bastante experiencia. Nos gusta provocar situaciones morbosas. Y la playa nudista de Bolonia es nuestro campo de juegos. Es un paraíso natural en la provincia de cadiz. Donde los nudistas aficionados al sexo playero solemos frecuentar. Mi mujer como podéis ver en las fotos es una belleza rubia que bien podía pasar por extranjera. Sus lindos ojos verdes , su bello rostro y sus generosos pechos de duros pezones son algunos de sus muchos encantos. Disfruto viendo como los hombres babean contemplando su hermoso cuerpo desnudo. Soy exivicionista y voyeur al mismo tiempo.  Disfruto que nos vean follando y disfruto viendo  follar . Por lo que lo ideal es compartir la con otros así nos ven y los veo. Ella sabe mis gustos y disfruta complaciendome. Muñeca me ha negado nada y mira que yo la pongo en situaciones muy comprometidas. Como la vez que la lleve a un bar de carretera con una minifalda y una blusa transparente sin bragas ni sujetador . Terminamos follando en los servicios de hombre y se nos unieron dos camioneros. Pero esa es otra historia que ya contaré en otra ocasión.  La que hoy quiero contar es pasado unos días al relato de mi mujer. Habíamos quedado en ir a Bolonia con el hombre que habíamos conocido que a Teresa le gustó mucho y quería repetir con el. Como siempre llegamos temprano. Me gusta la playa ha esa hora, apenas hay nadie y puedes escoger sitio. ...

... Solemos coger un nido de piedra dejando una sombrilla por si nos apetece follar más tarde. Aunque ponemos las toallas cerca de la orilla donde nos tumbamos mas a la vista de los que pasan. Asi nos ven mejor. Le dije a teresa que la queria ya con el chocho al aire y obediente se despeloto en seguida. Nos dimos un primer baño donde nos acariciamos dentro del agua. Y Lugo nos rendimos en las toallas. Ambos boca arriba con las piernas abiertas mostrando nuestros sexos sin pudor. Ya iba llegando gente y los hombres que pasaban no podía evitar mirar su coño depilado y abierto tentandolos. Desidi dejarla sola e ir a dar una vuelta.  Asi se queda como más asequible a que algún desconocido se atreva a abordarla.  Ella sabe que si se da el caso tiene carta blanca para invitarlo a quedarse con nosotros. Cuando regrese me la encontré acompañada del hombre con el que habíamos quedado.  El mismo que conocimos en esa playa en el relato anterior y que llamaremos Raúl. Había puesto su toalla al lado de Teresa y estaba untandole broceador por su culo . Yo lo salude y puse mi toalla al otro lado de Teresa. Raúl siguió con su labor cada vez más cerca de su sexo . Teresa había abierto más las piernas facilitando el acceso a su vagina . Raúl me miraba y yo le sonreí excitado viendo como su dedo se perdía dentro del sexo de mi mujer. Ella dejo escapar un suspiro. No nos importaba que pudieran vernos. De hecho una pareja joven paso frente a nosotros . Raúl saco los dos dedos que ya había introducido en ...