Yo, mi amiga y su hija (Segunda parte)
Fecha: 26/09/2021,
Categorías:
Confesiones
Tus Relatos
Autor: Fede, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Yo, mi amiga y su hija (segunda parte)
Aquí estamos otra vez, vamos a darle continuidad al primer relato. Como recordaran, en el final del relato anterior mi amiga Claudia me había dejado muy cachondo y llegue a darle tremenda cogida a mi esposa. Al otro día Claudia no se presento a trabajar argumentando que había amanecido enferma, yo le marqué a su celular, pero me mandaba a buzón, me decidí a mandarle un mensaje y tampoco me respondió, ya tarde después de salir del trabajo recibí un mensaje de ella diciéndome que había amanecido un poco enferma, nada de cuidado y que todo estaba bien, solo estaba reposando y que nos veíamos el lunes en la empresa. El lunes al medio día estando en mi oficina se presenta Claudia me saluda y dice, ¿puedo cerrar la puerta? Le dije claro, pasa y toma asiento, se veía muy guapa, nunca la había visto así de arreglada, con el pelo suelto, bien maquillada y llevaba un vestido de una sola pieza y zapatos de tacón, la vi algo nerviosa y le pregunté ¿Cómo estás de salud? Me dijo, bien ya me repuse, ando muy bien, pero no vine a hablar de mi salud, ¿ah entonces de qué? Le respondí, tu sabes bien de que me dijo ella, adelante, te escucho. Me siento muy contenta por lo que paso la semana anterior, también estoy muy nerviosa ya que nunca había hecho algo así, pero me gusto mucho y la verdad no me arrepiento, ¿tú como estas? Le conteste que bien, también un poco sacado de onda, pero bien, le dije que a mí también me había gustado y que me gustaría ...
... repetirlo ¿a ti no? Le dije. Se quedo un poco pensando y me dijo, sí, pero creo que ahora me daría miedo porque no se hasta donde llegaría. Yo le dije la típica frase, pues llegamos hasta donde tú quieras y me dio risa, ella también se rio. En ese momento se me vino una idea a la mente y le dije, por cierto, lo de la ocasión anterior quedo inconcluso, ¿por qué? Dijo ella, porque la otra ocasión solo tocaste tú y yo no y habíamos quedado que en todo era uno y uno, ella se rio y dijo, no jodas ahora resulta que te debo, le dije así es, por lo tanto, tú me dices cuando voy a cobrar esa deuda, su respuesta me sorprendió y dijo, pues que sea ahora porque después me puedo echar para atrás. Me puse de pie y le dije vas, ella se empezó a poner de pie y la ayude, en ese momento le tome la cintura y le di un beso, ella dijo, no besos no, solo tocar y le dio risa, sin más le toque la cintura y la atraje a hacia mí, yo ya tenia el garrote muy parado y se lo restregué, ella dijo mira, ya te pusiste cachondo y eso que todavía no tocas y le dio risa, le dije, bueno entonces déjame ponerte cachona también a ti, nos fuimos a una esquina de la oficina y la puse de espaldas a mí y le empecé a acariciar las chiches, se sentían muy duras y pude comprobar que no eran nada chiquitas, al mismo tiempo que se las estaba sobando, le empecé a restregar la verga en las nalgas, ella empezó a gemir muy quedito y empezó a moverse, después de estar un momento así, baje una de mis manos y se la metí entre las ...