Me enamoré de mi tío - Relatos Eróticos

Me enamoré de mi tío

... y lo mire a los ojos.

Yo - Descansá un poco metiéndote un poco en el agua. Haceme caso.

No esperé a que responda. Me empecé a sacar toda la ropa hasta quedarme desnudo. Ví que sonrió y empezó a sacarse todo también. Nos metimos al agua que estaba helada. Nos quedamos mirando al cielo y a los árboles mientras el agua nos movía. En un momento chocamos pero él me agarra de la espalda y me acerca a él un poco muy fuerte, como si tuviera miedo de perderme con el flujo del río. Quedamos cara a cara y yo solo pude reírme nervioso. Sentí su cuerpo y su calor, su aliento y ví sus hermosos ojos tristes. Él sintió mi calor y mi pene semi erecto en su estómago mientras nos mirábamos. Por alguna razón solo pude abrazarlo cortando la mirada pero apretando mi cuerpo contra el suyo. Él me abrazó fuerte y entonces note entre mis piernas su pene erecto. Eso o un pez grande. Rompí el abrazo y lo miré a los ojos. Lo besé sin pensarlo. Sentía que si no lo hacía me iba a morir. Y él me respondió y ambos abrimos la boca para saborear nuestras bocas. Me dí cuenta que estaba llorando pero también estaba muy caliente. Pasó sus manos por mí espalda hasta mi cola. Me apretó las nalgas. Decidí cortar el beso y llevarlo de la mano a la tierra firme dónde teníamos ya una manta. Seguí besándolo mientras estaba acostado y tenía su cuerpo encima del mío. No sé porqué yo, no sé porqué de todas las personas fui yo quién lo sacó de su tristeza. De alguna forma llegamos a este momento dónde mi propio tío ...

... me está besando todo el cuerpo. Me besó el pecho y me chupo las tetillas. Algo que me calentó muchísimo. Besó mis piernas y me hizo temblar un poco. Sentí el líquido preseminal escapando de pito sin control. Se dió cuenta y empezó a lamerme el pene y a chuparlo. Mientras me acariciaba las piernas. Después bajó a mi culo virgen y lo devoró. Estaba bastante dilatado. Me besó un poco y después me empezó a meter la punta de su verga de más de 20 centímetros. Al principio ardía y dolía, pero cuánto más metía más disfrutaba. Después de un rato le dije que me diera más duro y me besó y me sorprendí de toda la energía que tenía. Me cogió como un animal. Ya había acabado sin haberme tocado pero él seguía y ninguno quería parar. Él sol nos estaba quemando pero no podíamos parar. Finalmente acabó, me besó y me hizo chuparle la pija. Yo me atragante con esa verga llena de sabores hasta que se volvió flácida. Descansamos abrazados un rato y después nos vestimos para volver.

Cuando llegamos fuimos directos a la ducha. Todo el mundo notaba como los dos estábamos cansados y felices. También notaron que no teníamos muchos pescados. Nadie supuso lo que hicimos allá.

Desde entonces mi tío y yo nos sonreíamos como cómplices. Él estaba mucho mejor ahora. Nos vimos muchas veces más. Él no podía estar sin mi porque significaba recordarla y yo no podía estar sin él porque necesitaba su boca en todo mi cuerpo. Encontramos formas de vernos mucho. Cuando cumplí la mayoría de edad me quedé a vivir ...